Llegué pronto al encuentro y rellené mis minutos en la cadena de Fuencarral con un libro. La mezcla me parecía de lo más transgresora. Pronto llegaron mis compañeros blogueros, los creadores de opinión del nuevo siglo, y las preguntas con los responsables de prensa de la cadena iban por ahí: "El futuro de la comunicación está en los blogs", "el primer pase en la historia que se hace para blogueros"... Y ya el presente-
como muestra este post-.
Reflexionando sobre esta nueva estrategia de comunicación he de reconocer que un pase para blogueros entraña más riesgos que las antiguas convocatorias asépticas que solían realizar los medios a la hora de vender sus estrenos: periodistas de toda la vida preguntando a los actores de la serie cómo son sus personajes.
El mercado del cine lleva ventaja a la hora de promocionar sus pelis para la crítica y periodistas especializados. Al cine no le importa que sobre su estreno se escriban críticas brutales siempre y cuando la peli pille repercusión y la gente conozca de la misma. No creo que a la tele le suceda lo mismo: es un medio que entra a las casas sin llamar y no tiene que movilizar entradas, la promo ya está hecha. No creo que los de la tele, a diferencia de los cine, prefieran una mala crítica al silencio.
Y es en este punto donde uno se pregunta cómo comportarse a la hora de enfrentarse a la crítica, como Ángel, agradecido y emocionado por ser uno de los elegidos en ver el preestreno, o como Demonio, con ganas de destripar un contenido mal llamadado para "adolescentes", como si defendemos el McDonals por ser comida de teenegers. ¿Qué pasa, que no les va el jabugo?
Terminado el pase del estreno de Ángel o Demonio los asistentes y anfitriones hicimos un corrillo para comentarlo: ¿Creen que alguien confesó que no le había gustado?, ¿que la idea del bien y el mal tan evidente, con esos diálogos tan al extremo, esos giros de guión tan previsibles y personajes tan estereotipados, resultaba más risible que plausible?
Allí se habló de audiencias, de share, de contraprogramación, de los productos de la competencia... Curiosamente, sobre lo que están haciendo otras cadenas, las críticas salían solas: los
cuerpos desnudos como enganche de El Inter-a-nado, las tramas que hacía aguas... En general, había en cada recién espectador del visionado mucha mentalidad empresarial y poca crítica. Mucho conformismo y poca rabia.
Quizá gustara realmente el nuevo producto y no se estuviera haciendo el paripé, quizá queramos acostumbrarnos como bloggers a dejarnos seducir por la invitación a más estrenos, o quizá, definitivamente, cualquier cosa que nos ofrezca la manida ficción española nos parece mejor.
Ciertamente si comparamos la ficción con otras a la española que nos rodean, la cosa ha ido para arriba: los efectos especiales, la realización... Pero aún nos queda mucho para tocar la autenticidad y el poso de lo que triunfa fuera, esas producciones HBO o esa serie de zombies que tan bien le ha venido importar a la Sexta. Y, por cierto, estratégicamente huele a que Telecinco quiere reenganchar en su dial a los fieles de los sustos en martes.
Como buen Electroduende tengo que hacer ese ejercicio espiritual llamado "desenseñar a desaprender cómo se deshacen las cosas":
Sintiéndome Ángel, y leyendo un poco en esta bola de cristal, reconozco que Ángel o Demonio tiene todos los elementos para triunfar en el prime time español. Pero siendo Demonio no puedo perdonar que carezca de la sutileza e imaginación necesaria para que esta Tele de Cristal la recomiende.
Hoy quería hablar yo. Mañana lo hará el audímetro.
(Texto escrito por Electroduende, Bosco Palacios, tras el pase para blogueros el 25 de enero de 2011. El estreno se emitirá este martes, 1 de febrero a las 22.15h en Telecinco).
