martes, 17 de diciembre de 2013

Realidades TV: Más variedad que nunca

Por Enrique Espada:

Le pese a quien le pese, creo que ya no podemos hablar de “telebasura” generalizada. Creo que ya se ha convertido en un San Benito que tiene la televisión, pero poco tiene que ver con la realidad, y no por la diversificación de canales con la TDT, sino porque ya quedó bastante atrás el momento gordo de los realities y el corazón, como Tómbola o Crónicas Marcianas, para quién considere esto telebasura, puesto que hay muchos que sin lugar a dudas pensamos que la tele mala es la de los informativos engañosos, con toda razón.

Bien, pues desde este concepto probablemente no tan cierto de telebasura que estoy manejando, la fórmula de corazón más realities, voy a informar, que no opinar en esta ocasión, de la realidad de nuestra televisión. Concretamente, de la realidad del sábado pasado, 14 de diciembre: TVE: “Uno de los nuestros”, programa talent-show que busca al mejor cantante de orquesta de España. La 2: 'María Wern, contagio fatal', miniserie sueca para televisión. Antena 3: “El películón”: Acero puro. Cuatro: El recién “blockbuster”, contenedor de pelis taquilleras, con Sin límites. Telecinco: “Abre los ojos y mira” con la guerra de Chayo. La Sexta: La Sexta Noche, con entrevistas a Wyoming y Almudena Grandes.

Análisis: Ficción: 4 cadenas. No ficción: 3 cadenas. Corazón y polémica: Telecinco. Sólo en una cadena.

Elijo el sábado, porque es uno de los días, junto al domingo, que menos consumo de televisión ha existido siempre, y cuando a las cadenas menos les importa “probar” formatos e ideas, para ver que es lo que gusta y lo que no. Ese planteamiento queda claro en la práctica: corazón, política, talent show, película, serie…. Gran variedad. Ahí esta la cuestión. 

Para el que diga que un sábado no echan nada interesante, es una afirmación que yo ya la catalogaría como “coletilla” sin sentido para salir del apuro en una conversación de ascensor. No es cierto, es casi como una de esas mentiras, que por tanto repetirlas parece que se convierten en verdades. Es faltar a la verdad.

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