Por Bosco Palacios:
Noche de muerte y mañana de entierro. Todos asistiendo a un fin de mundo en directo desde las 12 de la noche, hasta las 12 de la mañana. La Policía entrando en las instalaciones y haciéndose con el control de la emisora, los trabajadores resistiendo y haciendo periodismo con su propia muerte. Y mensajes continuos de que aquello estaba siendo como el Golpe del 23F. Cada minuto de emisión que pasaba era una victoria de la democracia valenciana.
Noche de muerte y mañana de entierro. Todos asistiendo a un fin de mundo en directo desde las 12 de la noche, hasta las 12 de la mañana. La Policía entrando en las instalaciones y haciéndose con el control de la emisora, los trabajadores resistiendo y haciendo periodismo con su propia muerte. Y mensajes continuos de que aquello estaba siendo como el Golpe del 23F. Cada minuto de emisión que pasaba era una victoria de la democracia valenciana.
A Fabra le ha salido el tiro por la culata: Intentó el
apagón con nocturnidad y alevosía, pero los trabajadores se resistieron y
continuaron el directo hasta la agonía final, de mañana, de mediodía. Al final,
la emisión de ese implacable directo logró más expectación y seguramente unos
datos de audiencia bestiales, incluso con la pantalla en negro.
Toda Valencia estaba pendiente de esta muerte y muchos no
valencianos siguiéndolo también por la web. TV3 pinchó en directo con la
emisión de Canal 9 durante la madrugada y por la mañana podía seguirse a través
de distintas páginas. La red revolucionada. ¿La imagen que hemos dado al
exterior? Lamentable. La de un país que se está desmantelando y este ha sido
otro inicio del fin. El de los medios públicos.
Se empieza por una tele y se
sigue con hospitales, escuelas… Pero cuando esto suceda, ¿quién nos lo contará
después? No les dio tiempo a
despedirse, pero podrían haberlo hecho con el poema de Martin Niemöller y su
final:
Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas,
guardé silencio,
porque yo no era comunista,
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista,
Cuando vinieron a por los judíos,
no pronuncié palabra,
porque yo no era judío,
Cuando finalmente vinieron a por mí,
no había nadie más que pudiera protestar.
guardé silencio,
porque yo no era comunista,
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista,
Cuando vinieron a por los judíos,
no pronuncié palabra,
porque yo no era judío,
Cuando finalmente vinieron a por mí,
no había nadie más que pudiera protestar.
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