Sitges en auge

Por Miguel Albertos:

Aunque “Borgman”, del holandés Alex van Warmerdam, se haya llevado los laureles de la mejor película por su especial delicadeza con el momento social que vivimos, según más o menos ha explicado el jurado, la película “Only lovers left alive” (Sólo los amantes siguen vivos) de Jim Jarmusch, sobre amantes vampiros que bien podrían ser yonkies en un mundo de zombies que bien podrían ser humanos o al revés, se ha llevado el premio especial del jurado, o sea que es más ¿no?  Tilda Swilton que ya encabezaba quinielas a la mejor actriz, está especialmente dotada para hacer este personaje de vampiresa culta, romántica, con clase… vamos, como es ella. Toda una pena porque el premio se lo ha llevado Juno Temple por “Magic, magic”, coproducción de Chile con los EUA, que protagoniza junto a Michael Cera.

La mejor dirección, amén de la banda sonora que es de ellos mismos, fue para otra cinta que también tuvo gran expectación, “Big Bad Wolves”, sobre todo desde que Quentin Tarantino dijo que era su película favorita de 2013. La verdad es que sí que tiene cosas en común con el director, sobre todo con sus comienzos de “Reservoir Dogs” y “Pulp Fiction”, en el tratamiendo de la violencia extrema y el humor negro entremezclados. Los directores, que son de Israel, Navot Papushado y Aharon Keshales, presentaron la película muy simpáticos, hablándonos de lo mal que se sentirían los padres después de ver la película. Es de las de no desvelar nada del argumento. Pero va de pedófilos, policías y padres con sed de venganza.

El aclamado documental sobre el proceso de creación de una cinta que no pudo llegar a realizarse (como el Quijote de Welles o de Gilliam),  “Jodoroswsky´s Dune” sobre la novela de Frank Herbert llevada al cine luego por David Lynch, ganó la mención especial del jurado y el gran premio del público.

El mejor actor fue para Andy Lau por “Blind Detective” una coproducción de China y Hong Kong. La norteamericana “Coherence” sobre el efecto del paso de un cometa, ganó el mejor guión y la canadiense “Afflitted” se ha llevado los mejores efectos especiales, premio de gran interés en el festival.

Takashi Miike recibió el Gran Premi Sitges 46 y proyectó sus dos últimas películas (además de un homenaje restrospectivo). Por un lado “Lessons of the evil” sobre un profesor que lleva a cabo una masacre en un instituto que sería la envidia de Columbine y por otro “Shield of Straw” intenso thriller en el que nada es lo que parece.

La película que se proyectó en la gala de clausura fue “The Sacrament”, aterradora historia real sobre una secta que acabó suicidándose en masa. Aunque las muertes finales son bastante espectaculares (lo que se agradece) se presenta como la historia nunca contada documentada por testigos por primera vez. Su director Ty West es bastante conocido en Sitges ya que estrenó su primera película en la sección X-treme y ahora viene producido por Eli Roth, que presentó su película “The Green Inferno” al principio del festival.

Vicenzo Natali, adorado por “Cube”, nos venía con “Haunter”, una mezcla de “Los otros” con “Atrapado en el tiempo” (El día de la marmota) con un toque gótico que resultaba casi burtoniano, que merecería otra lectura entre tanta película y más vista en un maratón desde las 2 de la mañana.

Además, Roberto Rodríguez presentó “Machete kills”, Neil Jordan “Byzantium” y Hayao Miyazaki su última obra, la deliciosa “The wind Rises”.

No podemos dejar de citar un interesante documental de esos que se ven casi por casualidad entre horarios, que se proyectaba en la sección Brigadoom bajo el título de “Frankenstein no asusta en Colombia” y nos explicaba como en este país la realidad de la guerrilla superaba a cualquier monstruo de cine como Freddy Krugger o el propio Frankenstein, haciendo un recorrido a la vez de los autores del género de terror en Colombia.

Por supuesto, también se pudo disfrutar de la divertidamente terrorífica Zombie Walk y exposiciones tan interesantes como la de La guerra de los mundos u otra con todos los posters de ediciones anteriores, ya para los más freakies.

Un festival que bajo la dirección de Angel Salas afronta la crisis vendiendo un 10% más de entradas respecto al año pasado, a pesar de tener un día menos. Y del que en general podemos sustraer que los autores de cine se rinden al género fantástico consiguiendo excelentes resultados, aunque en ocasiones vemos que las historias de terror serían perfectamente extrapolables a otros contextos más reales, de ahí posiblemente que el género esté, como el propio Festival, en auge.