Volvió con fuerza Don Jordi, para remontar el programa como
si nada hubiera pasado, y es que la situación se mantiene igual del mal, por
tanto su programa se mantiene igual de bien. "La vida sigue igual", se llamaba... más bien el mundo sigue igual.
¡Bienvenidos al centro comercial de la crudeza! La crisis se nos va de las manos y Jordi, como siempre, busca respuestas.
¡Bienvenidos al centro comercial de la crudeza! La crisis se nos va de las manos y Jordi, como siempre, busca respuestas.
El programa, de una factura técnica impecable, también
consigue tocar humanamente con los personajes que mejor pueden hablar de lo que
está pasando: con los protagonistas. Por un lado, vecinos que han ampliado sus
redes de solidaridad, asociaciones que se forman (lo que debería hacer el Estado)
a pie de calle para no dejar caer a los que ya no tienen nada.
Allí estaba una religiosa que llamó a la rebelión “porque la
desobediencia civil es el camino”. Y como broche de oro, Pérez Reverte, que
contestó a las preguntas de Évole con una claridad pasmosa. “¿A caso ves alguna
diferencia entre los políticos y los banqueros? Son los mismos, son la casta…”.
El vehemente Reverte, eso sí, cayó en una de sus contradicciones: por una parte,
aseguró que este país no tiene solución (“Volveremos a hipotecarnos y a viajar
a Punta Cana”) para, minutos más tarde, decir que una nueva generación vivirá,
pensará y actuará de una manera tan distinta que cambiará las cosas. ¿En qué
quedamos, señor Reverte?
Sea como sea el futuro y el nuevo español, la casta sigue
intacta y todo esto les resbala. Esos nuevos españoles del austero futuro, seguirán
sufriéndola sin hacer nada. Chitón. Porque siguen trincando sin control
parlamentario, legal o social. Lo mismo da que estén dirigiendo un ministerio
que a los dos días les enchufen de asesores en el Santander. Seguirán con su paripé
en el Parlamento, discutiendo, para luego tomar café y compartir risas en sus
pasillos o en el Palace. Esa es la casta
y a la que Évole, una vez más, ha desenmascarado. Salvados sigue igual y esperemos que por mucho tiempo lo siga haciendo igual de bien y denunciando.
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