lunes, 13 de mayo de 2013

Tomboy, buscando una identidad

Por Miguel Albertos:

Parece que el cine de temática LGTB está condenado a estrenarse en la gran pantalla tarde, mal o nunca. Hace unas semanas llegaba a los cines la película ganadora del Festival de Cine gay de Madrid de 2011 “Weekend”, celebrada cinta de corte muy “indie” mostrada en Sundance que nos contaba la relación de dos hombres durante un fin de semana en una ciudad inglesa desde un punto de vista realista y actual. También de ese año y tras triunfar en varios festivales le toca ahora el turno a “Tomboy”, término inglés para la más peyorativa palabra castellana “marimacho”.

Aunque no deje de recordarnos un poco a “Boys don´t cry”, por la que Hilary Swank ganó un oscar en el año 2000, aquí la protagonista es más joven. Una niña de diez años que aprovecha los continuos cambios de domicilio de la familia para probar a ser un chico entre sus nuevos amigos del barrio.

Debido a la tierna edad de la niña y al tratamiento nada efectista de la directora, la francesa Céline Sciamma, la película nos habla más de identidad que de sexualidad. Entendido por los padres como un juego, cuando la descubren, al que dan importancia por las consecuencias que pueda tener entre sus vecinos más que por el hecho en sí. De hecho parece contar con el beneplácito de la mayoría, incluidos su padre y su hermana pequeña, que casi consigue robar el protagonismo a la “tomboy”.

Una pequeña gran película muy valiente que nos hace plantearnos los roles a los que nos toca jugar con las cartas que nos han repartido, sin ahondar en el drama ni caer en manidos tópicos.

Lo mejor: La sencillez con la que se trata el tema.

Lo peor: Soy incapaz de encontrar nada.

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