Se estira y estira la empanadilla por la vida de Josema Yuste hasta el punto de llevársela a su programa con Flo. Ataque de cuernos que habrá sufrido el bueno de Millán, más centrado en el teatro (Yo me subí a un piano verde) o en volver a dirigir una serie de ficción, al ver cómo su gag se repite ridículamente los viernes en La 1.
Patético sketch con Flo haciendo de Sobera en un Millonario con Josema pseudoconcursando y la de Móstoles llamando por teléfono. ¡Qué manera de prostituir el mito!
En ¿Y ahora qué? se han quedado con lo más grueso del humor de Martes y 13 y con la falta de talento del que en su día hiciera reír gracias a Pepe Navarro. Tiene Flo ese aire de aburrir siempre aludiendo a su barriga, con un personaje que se mueve entre la desidia y el asco.
¿Pero los gordos siguen cayendo bien por el hecho de hacer chistes con su volumen? Desde la escandalosa risa "supernatural" de la encantada de pesar/pesando Tete Delgado, la tele había olvidado a los kilos como ingrediente para el humor. Ahora y gracias al programa de Flo, los pedetes, los eructos y los tartazos vuelven a aderezar el buen rollito de los del buen comer.
Si la gracia de la nueva pareja cómica está en ver quién es quién en función de los kilos que pesan (recuerden su spot promocional), lo siento pero no cuenten con los antaño seguidores de las Nocheviejas. No nos aflojarán la risa por muy pesados que se pongan.
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