lunes, 20 de abril de 2009

Armas de destrucción masiva




Que La Tribu es una tribu de egos... Sí, ¿y qué? ¡Acaso no lo son todos los periodistas de ¿Dónde estás "notición"?! Lo bueno que ha conseguido Sardá, al margen de una audiencia de risa, es volver a crear polémica, expectación y crítica. Él y La Milá, otra a la que le va la marcha como a nadie.

Y también Boris, que lo mismo te gana un premio literario que la hace preguntas picantes a una ex ministra previa bajada de pantalones.

La Tribu estuvo divertida, loca y gamberra. Como le decía esta mañana Boris a Teresa CAMPOS: "Aún no hemos empezado, en realidad el estreno será este viernes".

Me gustaría que dieran más importancia a los invitados que llevan: No me valen ni Risto ni el Duque, o la Duquesa, aunque sean fenómenos de masas. No sirven.

Quiero ministros, políticos, periodistas, cineastas, guionistas y gente que no tenga cosas que callar y, que si las tiene, la tribu se encargue de sacárselas. Quiero a Zapatero y a Carlos Latre a su lado imitándolo.

Quiero al mismísimo Papa entrevistado por La Milá, y no al cura de Sardá. Tienen que conseguirlos.

Cúrrense el casting de cada programa y verán cómo la audiencia olvida el ego en vena de la Patiño y se pasa al suyo. Las armas ya las tienen, sois la tribu, unas armas de doble filo y de destrucción masiva. Busquen ahora el objetivo y disparen a la yugular. Chorreará share.

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