Circula una teoría conspiranóica por Internet que se propone descifrar si Jordi Hurtado (Saber y ganar) está muerto. Dicen que nunca ha cambiado de gafas y que tampoco comparte plano con nadie (ambas cosas erróneas, pero eso es lo de menos). Aunque la hipótesis se haya convertido en un juego tipo El Internado para Internautas, la idea no deja de ser buena para extrapolarla a otros factores de la televisión.
¿Está muerta la parrilla de Telecinco o sus programadores que cambian de día y de hora formatos sin proponer nada bueno?, ¿está muerta Mercedes Milá o Javier Sardá que han renunciado a hacer televisión digna después de comprobar lo bien que se les da forrarse con programas banales o de escándalo?, ¿están muertos los humoristas de siempre que (vía viernes en La 1) ofrecen mismas parodias y sketch pero con distinto nombre?, ¿están muertos los guionistas de las series dramáticas que desde Motivos Personales sólo proponen sustos a cascoporro y argumentos a lo Iker Jiménez?, ¿están muertos los críticos de un medio que llega a todo un país y por el que pasa el peor periodismo jamás comunicado?
Estas y otras dudas convendría desarrollar para hacer del juego de "los muertos" algo que enriquezca y estimule más que pensar, por ejemplo, si Ana Blanco es o no la efigie de Tutankamon.
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