miércoles, 19 de noviembre de 2008

Encerrados por contrato



"Ninguno de vosotros está obligado a permanecer dentro de la casa. El que quiera que coja la puerta y se marche", repite Mercedes Milá en todas las galas a unos concursantes, los de la décima edición de G.H, que están hasta arriba de telencierro.

Al límite de sus fuerzas, Loli, y cansada de pasar miserias a sus 70 años, Mirentxu, han convencido a sus compañeros de cárcel que las nominen esta semana. Desean irse, salir de la prisión televisada, pero no les compensa. La verdadera razón se ha podido escuchar en el canal 24 horas: No pueden dejar voluntariamente el concurso porque este año su contrato tiene una cláusula en el que se les penaliza con 12.000 euros si deciden abandonar voluntariamente. O sea que están jodidos por contrato.

Aunque los realizadores del canal tratan de cortar todas las conversaciones que destripan los entresijos del concurso y en cuanto los concursantes empiezan a hablar de pelas pinchan con la jaula del loro, todos los días hay referencias explícitas a los sueldos que se embolsan por participar ahí y a las penalizaciones que podrían perjudicarlos. Así, esta semana las nominaciones se pactaron para que tanto Loli como Mirentxu, ambas cansadas de pasar hambre y penurias, salieran expuestas al público.

Tratan de irse oficialmente y sin sucumbir a no cobrar su sueldo, pero ni siquiera esta estrategia "no prohibida" sienta bien a los responsables del programa ni a su presentadora Mercedes Milá, que en la gala de este martes explotó contra las revolucionarias participantes y provocó que se pasaran media noche llorando.

Milá, que sabe dar donde más duele, le reprochó a Loli que no estaba jugando limpio y que se dejara de estupideces, y a Mirentxu le recordó otra vez su edad, sus continuas ganas de ir al baño y le incitó de nuevo a dejar la casa si es era su deseo.

Todos los años ha habido abandonos, pero este año (que han entrado 18 personas) los responsables del programa no pueden permitirse marear en exceso a la audiencia. Hablan de telerealidad y de transparencia, pero el verdadero morbo no está en ver cómo los participantes se beben una caja de leche o se comen unas lentejas, sino en descubrir las clausulas de esos contratos, que les hacen las nuevas víctimas de la tele.

Cuando salgan de la casa tampoco podrán hablar de lo que han firmado hasta pasados tres años, justo cuando no interese porque ya nadie los recuerda.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

ME CAE FATAL LOLI.NO KIERO K SE KEDE

Anónimo dijo...

Si.. yo tb espero que se largue Loli el martes.. la ha cagado y bien... y ahora todo el dia llorando...

Esperemos que el martes en la gala Mercedes le dé un buen repaso...

Anónimo dijo...

contratos leoninos!!