miércoles, 7 de marzo de 2007

Maria Antonia Iglesias, la mamporrera

Cuando me enfrento a los debates televisivos que dicen estar atentos a “lo que le preocupa a la sociedad”, no tengo más remedio que poner un DVD, cambiar de canal o entretenerme con las broncas de los voceros de una u otra ideología. Me pasó ayer en el programa ‘Madrid opina’ (no, opinan sus pagados comentaristas, no “Madrid”), conducido por Ernesto Sáenz de Buruaga, más de actualidad que nunca por culpa de lo que de él dijo José María García en El Loco.

Aunque en el debate de Telemadrid estuvieron presentes José Antonio Vera, Rosa Díez, Manuel Cedrán, José María Brunet, Edurne Uriarte y Julián Santamaría, los verdaderos protagonistas fueron Herman Terstch, columnista habitual de El País y colaborador de Onda Cero en el programa de Carlos Herrera, y María Antonia Iglesias, mamporrera del PSOE en programas que no están en la onda zapateril tipo TVE, La Sexta o Cuatro.

Maria Antonia, bolo que haga, bolo que la monta. Acostumbrada a llamar fascista a quien no comulga con su sectario criterio, a interrumpir maleducadamente a todo el que cuestione las tesis oficiales, quedó en evidencia en el programa de Buruaga y gracias a Terstch, que recordó alto y claro lo que muchos opinadores blandos no dicen: Zapatero ha destrozado el trabajo de dos legislaturas duras y eficaces con la hoy crecida banda y sus amigos y simpatizantes.

Entró en Madrid opina Marimar, la hermana de Miguel Ángel Blanco. A la pregunta de Buruaga de cómo vivía las últimas decisiones del gobierno Zapatero, ella respondió que se sentía profundamente dolida, como el resto de su familia, como miles de españoles. Tras las desconexión con esta mujer, la canina Maria Antonia pidió la palabra, se la dieron y expresó su entendimiento ante el dolor de Marimar, recordó sus encuentro como periodista con la familia, el dolor del pobre padre… y que… Marimar ES DEL PP.

Sin poder seguir con su asquerosa réplica, Terstch la paró, la placó admirablemente, audiovisualmente, acusándola de mezquina, de cometer una sutil felonía que a muchos espectadores se les pudiera haber pasado. Maria Antonia es un falaz esbirro del partido del poder cuya obsesión es la de llamar fascista a los votantes del partido que les pisa los talones. Lo fue con Felipe, lo es con ZP. Pero a veces se encuentra con tíos rápidos como Terstch para delatarla. Tíos rápidos y dignos en los tiempos indignos que estamos viviendo.

Aunque broncas como estas no son “lo que le preocupa a la sociedad”, me gusta ver dar un buen mamporro verbal, bien dado, en su momento, directo, rápido, delante de todos. Bien por Terstch.

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