Pero, ¿saben quién triunfará? Los que no aparecen por televisión. Los que nunca desearon ansiar la fama. Los que caigan en las redes de un libro y consigan hacer su vida cotidiana más fácil, su trabajo menos amargo y la vida más feliz a quienes los rodean. Triunfarán porque ellos no ansían nada.
Estos pobres de OT acabarán siendo carnaza para el tomate, cojines parlantes en el detector de A tu lado y “entrevistados” con estilo en el programa de Ana Rosa.
No se crean que les estoy dando una moralina gratuita. Sé a ciencia cierta que Telecinco guarda información confidencial de alguno de los concursantes de este año pero que, por negociaciones con la productora, no pueden desvelar. Todavía….
¿Creen que Pepe Navarro hubiera decidido trabajar cuatro años en ese canal si hubiera sabido lo que más tarde hicieron con él los del Tomate? Y así infinidad de hombres.
Hoy por hoy, presentarse a un concurso de telerealidad y más en Telecinco supone cavar tu propia tumba. Tanto si tienes algo oscuro en tu pasado como si todo es limpio y cristalino. Ellos lo inventaran. La realidad no importa, el show debe continuar.
El último ejemplo de cómo estar en la cima para este canal: a Soraya le mimaban en la Academia y le trataban como la reina de Saba en las galas… Sin embargo, este verano esa misma cadena le convirtió en el hazmerreír del país y destrozó su carrera. Tocaba… Poyeya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario