jueves, 11 de enero de 2007

Espejo público: sólo falta el público

Espejo público ha llegado a las mañanas de Antena 3 y no tardará en revolucionar su franja horaria. Siempre que los programadores opten por darle un tiempo para que el programa se asiente en la curva del share.

Susana Grisso es la Hermida del nuevo milenio. La que parecía una muñeca a pilas junto a Matías Prats en Las noticias, se nos muestra ahora cercana, movida y comprometida.

Jesús Hermida marcó un hito en TVE con su contenedor matinal en los 80. De ‘Por la mañana’ salieron numerosas estrellas de la televisión (Concha Galán, Maria Teresa Campos, Irma Soriano…). Esas que más tarde se prostituirían en la esquina de la Calle Frívolo.

El concepto de la televisión viva por las mañanas terminó con la llegada de los realitys y el chapapote del corazón.

Ahora, Antena 3 tiene la oportunidad de recuperar un magacín alejado de estereotipos mediáticos que rozan el morbo y el grito popular. Teresa, Ballester y Quintana llevan conduciendo programas clónicos desde los noventa, creyendo tontamente que si algo funciona no hay porqué variarlo. Cambiaron la ética por el emporio empresarial.

Hoy, y gracias a la crispación política, la sociedad está más comprometida que nunca con los temas que le deben interesar. Susana entrevistó este miércoles a Rajoy, acompañada de un grupo de periodistas (de esos del minidebate de 7 minutos a las 14.00 de la tarde) y lo hizo con profesionalidad, calma y análisis.

Es placentero y necesario mezclar el café de la mañana con vitaminas audiovisuales que merezcan la pena. A primera hora de la mañana todas las cadenas emiten su debate político (Los desayunos, La mirada) pero a pesar de su interés, estos “espacios estanco” tienen prisa por acabarse. Los programadores saben que el trabajador comprometido abandonará el hogar cuando irrumpan los contenidos triviales (Quintana, Por la mañana).

La grandeza de Espejo es que puede alargar el interés por los temas que valen la pena hasta casi entrado el mediodía. Una gran alternativa para esas inteligentes amas de casa que no encontraban opción en la televisión y tenían que encender la radio si deseaban estar informadas por la mañana.

Susana Griso puede marcar un tiempo y convertirse en el modelo a seguir por el resto de cadenas si la cosa funciona. La aceptable duración del programa lo hace respirar, sólo falta que se hinche. Espero que lo haga y que la competencia explote.

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