Desde los tiempos de Alejandro Magno, siempre se ha dicho que la primera víctima de la guerra es la verdad.
El aforismo también es aplicable a la huelga. Basta echar un vistazo a lo que dice el Comité convocante, animado por el socialista Simancas, y lo que asegura la dirección, respaldada por la popular Esperanza Aguirre.
Según la dirección, la huelga ha sido un fracaso.
En Informativos, apenas la respaldó el 25%. Las concentraciones fueron de entre 20 y 50 trabajadores. El Comité trató de interrumpir ‘Alto y claro’ y el ‘Telenoticias 2’...
El seguimiento no fue mayoritario y la programación se emitió con normalidad según lo previsto, a pesar de algún intento violento de interrumpir espacios informativos declarados como servicios mínimos.
Según los datos facilitados por los responsables de las distintas áreas, la huelga fue apoyada por el 30% del total de la plantilla o por el 42% de los trabajadores previstos para la jornada.
En los Servicios Informativos apenas llegó al 25%.
El mayor seguimiento de la huelga se registró en los servicios técnicos de operaciones –el área más numerosa de la empresa- donde la mitad de sus trabajadores secundó el paro.
Las concentraciones de trabajadores convocadas por el Comité de huelga ante el edificio de Telemadrid tuvieron un escasísimo respaldo: no más de 50 trabajadores por la mañana y no más de 20 por la tarde, sobre un plantilla de 1.466 personas.
El Comité de huelga pretendió interrumpir la emisión normal del programa ‘Alto y claro’ y del Telenoticias de las 14:00 horas. Algunos de ese Comité recurrieron a la violencia forcejeando y agrediendo a miembros del Servicio de Seguridad que garantizaban el normal desarrollo de los servicios mínimos, de la huelga y del derecho al trabajo.
Dos agentes fueron atendidos en un centro sanitario y el Director de Recursos Humanos fue zarandeado. El Servicio Jurídico estudia posibles acciones legales.
Telemadrid y Onda Madrid ofrecieron sus programaciones con total normalidad de acuerdo con los servicios mínimos dispuestos por la autoridad laboral.
Los sindicatos manifestaron su satisfacción por conseguir, al menos, que durante la jornada no se emitiera publicidad, ya que la jurisprudencia establece que las huelgas persiguen ocasionar perjuicio económico a la empresa como medida de presión para conseguir la reivindicación sindical. La pérdida publicitaria ha supuesto 240.000 euros.
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