jueves, 2 de julio de 2015

Asesinos por compasión

Por Miguel Albertos:

“Asesinos inocentes”, la ópera prima de Gonzalo Bendala, se presentó en el pasado festival de Málaga pasando un poco desapercibida. Se trata de un thriller universitario con toques de humor macabro.

El argumento, del que el director también es responsable, parece que se basa en un caso real ocurrido en EEUU que no deja de ser curioso: un profesor le pide a su alumno que le mate para que éste consiga su aprobado.

Lo difícil parece conseguirlo después de un primer intento. Aquí es donde la película alcanza su punto álgido, ya que sin caer en absoluto en el ridículo nos recuerda a la comedia negra española de los 50. Es sin embargo al final, que no vamos a desvelar, donde la cinta cae en unaexplicación imposible para un exceso de happy end.

Hay algún elemento que chirria un poco, como que un alumno de psicología trabaje en un taller mecánico de unos mafiosos. Pero dado el carácter de buscavidas del protagonista lo dejamos pasar. El personaje lo interpreta el televiso Maxi Iglesias haciendo una recreación perfecta de Jorge Sanz, incluso parecen haber tenido el mismo profesor de dicción.

Tampoco es muy agradecido el personaje de Aura Garrido que parece metido como se suele decir, con calzador. Sin embargo, el buen hacer del argentino Miguel Ángel Solá como profesor alcohólico y deprimido se agradece en una película que entretiene y a veces sorprende por sus giros de guión.

ELECTRO ESCENA

Avisamos del spoiler para que nadie se nos enfade. La aparición del profesor vivo en su casa cuando los alumnos acuden a recoger su cuerpo creyéndolo muerto es posiblemente la más sorprendente en el buen sentido.

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