lunes, 15 de junio de 2015

Wayward Pines, misterio entre abetos

Por Miguel Albertos:

M. Night Shyamalan, tras sus dos últimas películas- “Airbender” y “After Earth”-  de gran presupuesto pero poco éxito de crítica y de público, ha vuelto a sus orígenes en el género de terror con una cinta de bajo coste que se espera para septiembre, “La visita”. Entre medias al director de “El sexto sentido” le ha dado tiempo de dirigir el capítulo piloto, además de constar en los créditos como productor ejecutivo de esta inquietante serie.

Un agente especial del F.B.I. acude al pueblo cuyo nombre reza en el título para investigar la desaparición de dos compañeros. A su llegada sufre un accidente y despertará sin documentación en un hospital donde pretenden retenerle. Cuando intenta salir del pueblo el sheriff local se lo impide.

En un principio la trama podría recordarnos levemente a “Twin Peaks”, según dicen. Tampoco faltan los  grandes abetos en las inmediaciones que esconden espeluznantes secretos. Sin embargo aquí, poco se deja a la cotidianidad de sus habitantes ya que andan inmersos en una especie de secuestro y los que intentan irse lo pagan con su vida. Por no decir que no pueden hablar de su pasado y se les han dado nuevas ocupaciones a las que dedicarse.

Y como en la serie de David Lynch, contamos con algunos personajes especialmente extraños, como la enfermera que se comporta de manera harto impertinente (como si fuera la ama de llaves de “Rebeca”) o la apática secretaría del sheriff. Así como la presencia de Tobey Jones, el que fuera Alfred Hitchcock en la TV movie de la HBO “The Girl”, interpretando a un ténebre psiquiatra.

Esto, unido al buen hacer de Matt Dillon, todavía en muy buena forma desde que saltara del brat-pack de “Rebeldes” a principios de los 80 y Juliette Lewis, la inolvidable adolescente de “El cabo del miedo”, conforman todo un buen producto televisivo con el sello FOX que puede dar que hablar.

ELECTRO ESCENA:

El final del capítulo 3 es de los que dan un giro a la trama y se desvelan algunos misterios o casi más bien aparecen otros, como pasaba en “Perdidos”. No queremos decir más.

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