Las Mañanas de Cuatro VS Al Rojo Vivo: ¿Quién gana el combate? El rey de los mediodías en España sigue siendo Jorge Fernández y su Ruleta de la Suerte, pero detrás, en las cadenas que apuestan por la política, sigue la lucha encarnizada por llevarse al espectador interesado en el "está pasando".
Es Ferreras y su al rojo vivo quien suele llevarse el gato al agua (8, 9% y 512.000) gracias a un programa donde la actualidad juega el papel protagonista.
El presentador de negro (nunca usa otro color para salir en plano) dirige el espacio político creando un intenso debate pegado al minuto a minuto de lo que está pasando en el Parlamento, en casa Bárcenas, en la prisión, en las calles, en las Universidades... Conexiones en directo y creación de ambiente de última hora son sus claves.
Por su parte, Jesús Cintora, que saltó hace unos meses de ser contertulio a asumir el cargo de presentador, lleva un debate más extendido con temas que tocan la política y lo social y con una sonrisa permanente en los labios, incluso cuando tiene entrevistas incómodas.
Este miércoles se llevó a Esperanza Aguirre y, como si fuera Ana Pastor, no la dejó irse por "los cerros de su Madrid" y la recondujo en cada exposición hacia el titular de la noticia. El resultado, muy ajustado ya al de la Sexta ( 7.5% y 431.000) consiguiendo ser el mejor share del día para la cadena.
Y mometos de tensión se crearon: Aguirre echó mano a su reloj en varias ocasiones y amenazaba con irse del programa porque ella había pactado 20 minutos y llevaba más de 50, según decía. ¿Molesta por el buen periodismo? Y eso que estaba Isabel San Sebastián en la mesa, quien le hizo las preguntas más cómodas.
Cintora, con su buen hacer, denuncia cada mañana los anuncios represivos del Gobierno, nunca pierde la sonrisa picarona que lo hace fácil de seguir incluso aunque uno piense distinto. Buen rollo.
Pero la guerra no acaba con el buen hacer de los presentadores, muchas veces el poder está en los contertulios. Ferreras se ha llevado este jueves al plató a un habitual ocasional, Wyoming. Y es que el cómico también sabe dar su opinión al margen de seguir guión en El Intermedio. Y lo hace a mediodía y encabronado, aunque por la noche nos cuente la misma cruda actualidad desde el chiste.
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