martes, 16 de septiembre de 2014

El castillo de las redes prodigiosas

La Otra Red se estrenó este viernes en el late night de Cuatro dejándonos un sabor agridulce.

Y no sólo por el tema que trataron: el tedioso escándalo de los Pujol, con el que desayunamos y merendamos día sí, día también, sino además por muchos defectos que a esas horas no pueden pasar desapercibidos ni aunque sea el inicio del finde.

El programa logró una fría acogida de audiencia (420.000 espectadores y 5.5% de cuota de pantalla) compitiendo contra una producción asentada de la misma productora. Los de La Fábrica de la tele dominan como nadie los temas de corazoneo en plató, pero pinchan en política y sucesos.

En La Otra Red todo resultaba fuera de contexto: El plató, la iluminación, el sonido, la escenografía, la luz.... parecía sacado de una gala de El Castillo de las mentes prodigiosas. ¿Dónde se ha visto un ambiente tan de puticlub para un debate que pretenda ir de lo más serio? 

Por allí también estaba la madame del cotarro. Contar en la mesa con colaboradores tan pasados de rosca como Pilar Rahola, que poco pueden aportar además de griterío y verborrea constante, invitan a cambiar del canal y enchufarse en vena polígrafo.

Una lástima que a Javier Ruiz, un profesional que merece sin duda programa propio, se le haya dado un espacio tan a prueba de fallos. Demasiado verde para ser tan rojo. De continuar así de cutre, La Otra Red no durará más de tres asaltos sin romperse y hacer aguas.

Tendría que volver The Wall, formato que sucumbió la pasada temporada, pero mucho más interesante y mejor hecho. Tristemente no le dieron el tiempo suficiente para despegar. Electroadictivo.


No hay comentarios: