El Aquelarre de 'American Horror Story'

Por Miguel Albertos:

Se acerca Halloween y parece que las brujas se están poniendo de moda. Después de ver a Carmen Maura haciendo un aquelarre en “Las brujas de Zugarramurdi”, ahora le toca el turno a Jessica Lange, espectacular e impagable protagonista de la serie “American Horror Story”, que dedica su recién estrenada temporada a estas “simpáticas” hechiceras capaces de absorber tu juventud en menos de un minuto, tal y como vemos hacer a la que fuera raptada por King Kong.

Si las casas encantadas eran la temática de la primera temporada y el diablo dominaba la segunda, esta tercera etapa, titulada “Coven” (Aquelarre), comienza en Nueva Orleans en 1834 para presentarnos a la sádica hechicera Delphine Lalaurie, superviviente de los juicios de Salem, papel interpretado por Kathy Bates que se incorpora al reparto de estrellas de la serie. A continuación una voz en off de una quinceañera (muy a lo “Crepúsculo”) nos lleva a la época actual para presentarnos la residencia de jóvenes arpías a donde es enviada tras matar accidentalmente a su novio.

Allí nos encontramos con la obesa de color Gabourey Sidibe, más conocida por “Precious” y nos reencontramos a Sarah Paulson, la periodista lesbiana de “Asylum”. Además de los ya conocidos de otras temporadas Evan Peters o Frances Conroy (“A metros metros bajo tierra”) se suman también Angela Basset (“Tina”) y la actriz de musicales Patti Lupone.

Ya sabemos que James Wong, guionista de “Expediente X” y director de la franquicia de terror “Destino final”, no escatima en actores famosos en su labor de productor ejecutivo.  Quizás sea este el motivo de que en su estreno del 8 de octubre en USA haya batido records de audiencia con 5,5 millones. El martes 15 de octubre, ni una semana después, llega a España a FOX en un claro intento de luchar contra la piratería en la red.

La ficción de terror de FX va ganando en calidad, en estrellas y en audiencia temporada tras temporada, superándose a sí misma también en la truculencia y el horror que provocan sus imágenes. No cabe duda de que en tiempos de crisis la ficción de género fantástico triunfa tanto en cine como en televisión actuando como revulsivo ante una realidad a la que nos cuesta hacer frente. Dado que  también podemos ver temas sociales como el racismo, el incesto o las minorías en el trasfondo del argumento.