Por Bosco Palacios:
Este descarado Gran Hermano protagonizado por concursantes
de Mujeres, Hombres y Viceversa no ha parado de generar polémica desde su
grabación. Ahora con el tabaco a cuestas... Hay cosas más dañinas para la salud (mental) que el fumarse
un cigarrillo. El Gandia Ascore ofrece otros hábitos menos saludables que el tabaco como son el culto al cuerpo, el fomento de la incultura, el uso pobre
del lenguaje y el burrerismo como bandera.
Los datos de audiencia de este engendro de chonismo fueron y siguen siendo altos, pero ¿gusta, además de ser visto?, ¿es un programa bien valorado? Con más de la mitad de los jóvenes en paro, en este país, desde la tele nos siguen vendiendo lo de que somos la generación NINI (Ni estudiamos, ni trabajamos), que lo que nos va es el culto al cuerpo, la diversión extralimitada y la tontería continúa… Pero ¡ya no cuela!
Los datos de audiencia de este engendro de chonismo fueron y siguen siendo altos, pero ¿gusta, además de ser visto?, ¿es un programa bien valorado? Con más de la mitad de los jóvenes en paro, en este país, desde la tele nos siguen vendiendo lo de que somos la generación NINI (Ni estudiamos, ni trabajamos), que lo que nos va es el culto al cuerpo, la diversión extralimitada y la tontería continúa… Pero ¡ya no cuela!
Lo cierto es que somos NINIS (porque Ni podemos trabajar, Ni ahora
tampoco podemos estudiar por culpa de los inhumanos recortes en educación).
Este es el verdadero humo daniño que nos venden estos realitys y no el del
tabaco. La tele hace que vivamos en esta continúa contaminación psicológica,
que ahora con la crisis se hace más clara. Bajo condiciones sociales tan precarias,
malas en muchos casos, estamos condenados a que nos desdibujen y condenen
moralmente realities como Gandia Ascore, que lejos de entretener y divertir da
mucho asco. Ya es hora de apagar lo que realmente nos va matando lentamente.
Que lo prohiban por perjudicar seriamente la salud mental y por empobrecernos como sociedad. INDIGNA ahora más que nunca la televisión puta, la puta televisión. ¡Apágala!
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