Factor X Happy Meal

Por Mike Medianoche

Ganar un concurso de talentos televisivos no significa conseguir una prometedora carrera discográfica, algo que desde hace muchos años se sabe ya (¿alguien sabe qué fue de Vicente, ganador del tercer Operación Triunfo, remontándonos a uno de los casos más antiguos?).

Esta semana se ha conocido gracias a un artículo de Borja Terán que María Villalón, la joven malagueña que con gran chorro de voz y que sacó dos discos al mercado, está trabajando actualmente en una famosa cadena de hamburguerías. Paralelamente, sigue luchando por seguir en la música y busca financiación para conseguir sacar un nuevo trabajo, tal como ya lo hiciese por ejemplo la eurovisiva Anabel Conde.

La noticia ha llamado mucho la atención, si bien en realidad no debe pillar a nadie por sorpresa, pues no es ni el primer ni el último caso similar.
 
Yanira Figueroa, ganadora del concurso Gente de Primera de TVE, compagina la música con un trabajo en una tienda de regalos y complementos. Mimi, finalista de Operación Triunfo en 2008, ha trabajado recientemente como secretaria para la Consejería de Administración de Melilla, o Nika del segundo Operación Triunfo se ganaba el pan en una tienda de ropa. Y eso por citar tan sólo algunos casos.

Otros artistas, sin embargo, han optado por dejar a un lado la música.

Sole, una de las componentes de Son de Sol, el trío sevillano que ganó aquella doble gala titulada Eurovision 2005: Elige nuestra canción y representó a España con la canción Brujería dejó la farándula y se hizo funcionaria pública. Y ahora con las últimas reformas, se quedará sin paga de Navidad. Castigada sin paga por abandonar la música.