La Cuarta parte de Electroduende acudió el sábado a verlos al teatro Alfil. Un día de cambio de hora, que ayudó a mudar algunas frases de un espectáculo brillante que evoluciona con el paso de los minutos, los días, las horas… Y ¡en qué hora lo vimos! Acertamos con este montaje que electrorecomendamos por todas sus manillas:
Filosofía y entretenimiento dosificados al tiempo (¿Qué tendrá el teatro Alfil que todo espectáculo que programa pincha como un alfiler, a la vez que divierte al máximo sin dejar indiferente a nadie?).
Los actores, ¡actorazos! Bien formados en todas las disciplinas que hacen grande a un profesional: cante, música, ritmo, baile, interpretación… Maestros del arte del buen contar. Al ritmo.
Y cuentan, como los segundos, con rapidez, precisión y juegos: de palabras, abstractos, conceptuales, absurdos, quilométricos de fantasía y plenos de realidad. Agudos e implicados al tiempo con los de las butacas. Catárquicos (¿existe?), auténticos, únicos e irrepetibles.
En Time al tiempo, como el tiempo, pasan por ahí, alrededor de nosotros y cómplices con nuestra circunstancia. Nuestra corta vida se hará menos corta si disfrutamos de este Carpe Diem junto a ellos. Visítalos después de ahora: ¡YA!
Y SIGUE LA CUARTA PARTE EN ELECTRODUENDE.COM
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