domingo, 25 de septiembre de 2011

Y todo empezó con un Big Bang


Por Lorena Papí

Y todo empezó con un Big Bang…

‘The Big Bang Theory’ ha protagonizado otro de los esperados regresos de la semana. Para los americanos, estamos metidos hasta el cuello en la ‘fall season-series premieres’.

Para los españolitos con banda ancha y que nos la trae floja la ley Sinde, es tiempo de volver a las páginas de antes, donde solíamos pasar el rato. O conformarse con ir a una temporada de distancia de USA (cosa que no podemos soportar, sobre todo desde que vimos el final de ‘LOST’ seis minutos antes que ellos gracias al megafail de Cuatro).

Para los que ya la seguís y nadie os informó de que era imprescindible verla en V.O. (sí, voy a ser muy cansina con el tema), tengo algunas primicias: aunque su acento neutral os confunda, os aseguro que Raj es de la India y su peculiar pronunciación del inglés es uno de los cómicos atractivos de su personaje. Doblar a Raj sin acento es como dibujar a Bob Esponja sin sus paletas separadas; Y aún hay más: la expresión “Zas, en toda la boca” es en realidad ‘Bazinga’ y cuando Sheldon lo dice no parece un memo repelente al que quieras abofetear con un “zas, en toda la boca”. Y tú, fan de la serie que odias a Penny, debes saber que en realidad no es tonta. Es rubia, y mona, pero no por ello está abocada a ser estúpida. No sé por qué se han empeñado en vendérnosla así en la versión doblada.

Porque Penny (Kaley Cuoco) es, probablemente, mucho más valiente -y masculina si la situación lo requiere- que la panda de flacuchos y blancuchos geeks que tiene por amigos. Esta amistad se forjó ya en el episodio piloto y eso a pesar de que pertenecen a mundos –¡qué digo mundos!, planetas-, totalmente diferentes.

Ella, una aspirante a actriz que se estanca en su camino a Hollywood, eternizándose como camarera, y a la que sólo parecen interesarle los zapatos, los tíos buenos y beber. Ellos, científicos con doctorados y un vasto conocimiento del universo y las leyes de la física. Sin embargo, incapaces –cada uno por sus propios motivos- de relacionarse con chicas. Unos freaks con un concepto tan bizarro de la moda, que si se cruzaran con Carrie de ‘Sex and the City’, ella les clavaría en la cabeza los tacones de sus manolos y les sacudiría con su bolso Fendi.

Caracteres opuestos. El ingrediente mágico para dar lugar a todo tipo de situaciones cómicas. Penny es la única que consigue que Sheldon Cooper (Jim Parsons) parezca un ser humano, compartiendo con él algo parecido a una interacción social. Sheldon es un científico loco con un sentido del humor críptico para el resto de la humanidad. Es un genio en la física (trabaja investigando la Teoría de Cuerdas) pero es incapaz de entender las emociones humanas. No parece tener interés por las chicas (ni por los chicos), y considera el sexo una arriesgada exposición a toda clase de microbios. Un bicho raro, un ser único, con el que Jim Parsons se ha mimetizado: Sheldon es Sheldon no sólo en sus diálogos; también en los pequeños detalles de la interpretación de Parsons –su forma de andar, su forma de no-reír, sus gestos de obsesivo compulsivo- que ya le ha valido dos Emmys consecutivos como Mejor Actor de Comedia (2010 y 2011) y un Globo de Oro como Mejor Actor en una Serie de Televisión, Musical o Comedia (que me parece un premio demasiado poco concreto. Tal vez los periodistas que deciden los nominados tengan a bien hacer alguna categoría más).

Sheldon Y Leonard (Johnny Galecki) comparten piso. Mejor dicho: Leonard soporta a Sheldon con todas sus teclas, que no son pocas y con infinita paciencia. Al fin y al cabo él es un tipo algo más razonable. Con Rajesh (Kunal Nayyar) el astrofísico y Howard (Simon Helberg), el ingeniero sin doctorado comparten “oficina”: todos trabajan en el Instituto Tecnológico de California, “jugando” con aparatos que cuestan cientos de miles de dólares. Y la ciencia es, precisamente, el hilo conductor de la serie. Los episodios hacen referencia a leyes y principios físicos, y a veces éstos sirven de ejemplo para ilustrar las tramas. Aunque el tema sea arduo no es en absoluto incompatible con la comedia. Cierto que algunas cosas se nos escapan, pero no pasa nada: en esto a veces somos como Penny, que tampoco entiende mucho de lo que hablan o hacen sus amigos.


Alerta Spoiler


No deberías de seguir leyendo si no estás al día con la serie y no has visto hasta el capítulo 5x02.

Con el estreno de la quinta temporada no hemos despejado grandes dudas. No parece haber lugar para tensiones sexuales -resueltas o no- y ya sabemos lo que era obvio: que Penny y Raj sólo pueden ser amigos; los guionistas debían apostar por la extraña pareja o alejar a Raj de un futuro como astrofísico alcohólico. Aunque hay serie para rato: ya sabemos que seguiremos teorizando hasta 2014. Y como yo soy muy de hacerme preguntas, dejo unas cuantas sobre el tapete (de ganchillo):

¿Vendrán los extraterrestres a llevarse a Sheldon a su planeta? ¿Le veremos tener una girlfriend que no sea simplemente una girl que sea su friend? (Como veis esta broma no tiene futuro ni gracia si hay que traducirla). ¿Veremos alguna vez a la madre de Howard? ¿Será al final la madre de los hijos de Ted y ambas series colisionarán distorsionando el espacio-tiempo y el universo se engullirá a si mismo? ¿Conseguirá Penny un papel algún día, aunque sea en un anuncio de Hemoal? ¿Aprenderá Sheldon a identificar el sarcasmo? ¿Seguirán juntos Leonard y Priya después de la experiencia con el cibersexo? ¿Se creará por fin una religión Sheldoniana?

Tenemos serie para rato, “¡Larga vida al Freak!”


SIGUE SERIES EN BOLA EN ELECTRODUENDE.COM

1 comentario:

Villa dijo...

Pues para llevar la contraria... Yo defiendo el doblaje!! El doblaje de Raj, si hubiese sido similar al de Apu, habríamos rajado y habríamos dicho que ya estamos con los acentitos, por ejemplo. El de Penny, llevado a cabo por Mar Bordalló (Katey Holmes, Jennifer Love Hewwit...) me parece muy correcto, como todos los que suele hacer, y el tema del Bazinga = Zas, en toda la boca, por si algún lector lo desconoce, tiene mucho que ver con el doblaje... El actor que dobla a Sheldon (Fernando Cabrera) es el mismo que dobla a Chris Griffin, de Padre de Familia, donde una de las expresiones más conocidas es precisamente la del "zas, en toda la boca!", así que, digamos que la ha reutilizado, y no lo veo mal. La serie es muy buena y muy divertida, y al igual que pasa con Cómo Conocí a Vuestra Madre, no creo que la versión doblada desmejore mucho a la versión original (yo al menos me descojono con el tono tontorrón de Marshall gracias a la voz de Eduardo Bosch)... En conclusión: yo recomendaría la serie, sea como sea, si quieres echarte unas risas, porque el humor no entiende de idiomas ;)