En el Festival de TV de Vitoria, comentaba Roberto Ontiveros, el Super de las primeras ediciones de GH, que la televisión ya no tiene que entretener, divertir y formar, sino que basta con que entretenga.
No sé porqué le ha dado a éste por quitarle dos funciones a la tele y potenciar la que a él le reportó tantos beneficios. Vale que GH pueda entretener a millones de espectadores, pero también desinforma y deforma.
Desinforma porque impide que la audiencia que lo sigue se preocupe por otros temas mientras está pendiente de la casa las 24 horas; Desinforma porque los concursantes no hablan de lo que pasa fuera (en el mundo) ni dentro (sobre lo que saben, si es que saben); Desinforma porque el lenguaje que se utiliza está adulterado; Desinforma porque hace creer que lo que interesa es lo superficial.
Y Deforma porque no representa a esa sociedad que no son ni los que se presentan al casting ni los que siguen el programa. Somos más del doble de personas que siguieron con expectación aquella primera edición. Deforma porque sólo muestra la parte de la realidad más instintiva y pueril, no la que nos hace a los animales humanos, personas. Deforma sobretodo porque hace creer a la juventud que la fama, lo superficial, el dinero, el ser popular es lo que vale y sólo mediante el reconocimiento público serás alguien.
Decía Ontiveros, que ahora dirige el espantoso Asalto al furgón en Telecinco, que su nuevo espacio es “un nuevo concepto de entender la televisión y que creará escuela”. ¡Enhorabuena Super! Superfluo.
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