lunes, 17 de agosto de 2009

No sin mi libro




Emulando Las noches blancas de Fernando Sánchez Dragó me fui al Escorial con una mochila cargada de libros. Haciendo la maleta me preguntaba qué habrá sido del bueno de Enrique Simón, que presentó Un cesto lleno de libros en La 1.

No pude llevar ese cesto lleno de libros que con toda seguridad mi gran biblioteca televisiva llenaría, pero me fui con cuatro imprescindibles.

En primer lugar, mi primera aventura editorial en el libro editado por la Universidad Ramón Llul: Trípodos, sobre la Teleporquería.

Junto a otros compañeros, como los redactores de vertele.com, participé en uno de los apartados sobre la telebasura en España. Siempre es loable recomendar algo de uno, lo aprendí en el programa de Dragó (aunque he de recordar que a veces sus invitados se sobrepasan en su ego).

Como no podría ser de otra forma, Lolo Rico, directora de La Bola de Cristal y de otros programas infantiles, entró en ese escaparate de recomendaciones gracias a uno de los libros más tiernos y desgarradores sobre la televisión infantil en España: Televisión Fábrica de Mentiras.

También otro libro de un compañero, en este caso profesor de ética en los medios de comunicación, ética de la televisión: Consejos de sabios para la caja tonta de Isidro Catela.

Y el libro de Lee Siegel: El Mundo a través de una pantalla, apto para todos aquellos que no crean que están enganchados a una telepentalla.

Como broche de cristal termino este post diciendo: “La crítica ha de ayudar a crear, no a mejores fans de la televisión, sino a mejores telespectadores, a mejores personas. Los críticos de televisión no debemos tenerle miedo a no entrar en el mercado, porque si uno cree en sí mismo ¿quién necesita entrar en el mercado?".

Gracias a todos los que fuisteis por sentirme, escucharme, y creer lo que os contaba de esa manera. Os pongo el vídeo de mi intervención final, incluidas vuestras reacciones:

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