Hay que bajar muchos escalones de nivel mental para adentrarse en el universo Mujeres Hombres y Viceversa. Esta mañana el equipo ha vuelto a la parrilla veraniega de Telecinco, como si nunca hubieran estado en la cuerda floja. Y con más cuernos que micrófonos.
Pipi y Miriam, que ya no son pareja, han decidido seguir siendo "los asesores de amor". Va a resultar ahora que Cupido es Santa Teresa de Jesús y que de la más casta y pura puede hacer María Magdalena.
Tronistas que ya han encontrado novia, pretendientas que no soportan a su ligue, público que ya ha pasado por todos las sillas del programa y que ya no tiene papel... Un despropósito de engaños, mal rollo y cuerpos más morenitos que de costumbre (hasta un maniquí haciendo las veces de novia playera).
Aunque si Telecinco está poniendo las mañanas calentitas, no les quiero ni contar cómo ha dejado las noches con esa Aída Nizar pidiendo a gritos un nombre de hombre al espectador.
Como hicieran otras grandes hermanas, Fresita o Ainhoa, por las teles locales, la Nizar ha caído en el teletimo por la puerta grande: "Telecinco me quiere, Telecinco me ama. Y yo a vosotros que estáis ahí para llamarme". Ya saben, si quieren línea directa con Dios, llamen a la Nizar que igual les pasa.
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