El circo de la verdad

Este domingo Antena 3 emitió un programa que explicaba el funcionamiento del polígrafo.

Desde que Telecinco lo incorporara a sus tardes, la lucha ya no está en la audiencia (A tu lado y En antena suelen empatarse) sino en convencer a los telespectadores de quién cuenta con la máquina de la verdad que menos miente.

En el programa se vieron los mejores momentos que han pasado por la maquinita de Antena 3. Desde Aída Nizar, que mintió en 14 ocasiones, a José Amedo que fue el paciente más frío que pasó por el sillón de cables.

Antena 3 trató de convencernos de la veracidad de su polígrafo. Que si es el único homologado en este país, que si su fiabilidad es del 100%... Las imágenes no mienten y enseguida descubrimos los trucos que la cadena utiliza para hacer entretenido el invento.

Marlene Morreau, una de las invitadas, ha declarado en varias ocasiones su condición de bisexual y en alguna ocasión ha sido acusada de ejercer la prostitución. Cosa que ella siempre ha negado. Acudió al programa y le hicieron dos preguntas sobre estos asuntos. Para dar emoción al guión, y como si el público fuera idiota, la vedette y el programa pactan algunas preguntas.

Te gustan por igual hombres y mujeres: No, contesta Marlene. El polígrafo dice que miente, y ella pone cara de circunstancias como si la hubieran pillado.

Has tenido relaciones a cambio de dinero: No, contesta igual de segura. Y esta vez curiosamente el polígrafo determina que Marlene dice la verdad.

Así el programa se asegura algunos momentos tensos y el invitado obtiene un lavado de imagen en los puntos que más le interesan. El espectáculo de la verdad, como casi todo en televisión, está estudiado en los guiones previos al directo.

El circo llega de la mano de los tubos alrededor del cuerpo del invitado, de las ráfagas de sonido simulando ejecución, de la mala leche de los siempre descreídos periodistas y de la capacidad artística del invitado.

Poco importa lo que diga el polígrafo cuando es la cadena quien nos miente. Esto de la maquina es otra moda pasajera más de la caja tonta, y acabará cansando. Ya verán como les digo la verdad...