Pues aunque “Las Brujas de Zugarramurdi” sea la vencedora en número de cabezones, “Vivir es fácil con los ojos cerrados” de David Trueba ha conseguido los seis premios gordos incluyendo película, director, guión, actor (sexta nominación de Javier Cámara) y actriz revelación (emocionada Natalia de Molina al recogerlo) además de la música original de Pat Metheny. Con lo cual no se puede decir que Álex de la Iglesia haya triunfado, a pesar de sus ocho premios de diez nominaciones, ya que excepto el de Terele Pávez, son categorías técnicas como efectos especiales, montaje, vestuario, maquillaje y peluquería, sonido, dirección artística y de producción.
Álex, ex presidente de la Academia, que se encuentra en Argentina, parece que no ha hecho ningún esfuerzo en acudir a la gala de entrega al verse poco reconocido su trabajo y esperar posiblemente irse de vacío. Tampoco lo ha hecho el ministro de cultura, que dejando de lado las obligaciones de su cargo político, como ya anunció, no se ha dignado en aparecer en la ceremonia seguramente porque aún es incapaz de explicar su anunciada bajada de 21% del IVA a la cultura o porque seguramente sea otra mentira más de este gobierno que ha dejado claro su batalla personal contra la industria del cine. Quizás por ello ha sido el ministro más criticado aunque Gallardón tampoco se haya ido de vacío.
La gala de este año, que presentaba Manel Fuentes, ha tenido un tono sobrio y crítico con algún punto cómico. Como la poco acertada cutre-actuación musical de Alex Doherty para hacer más amenos los premios a cortometrajes que sólo ha conseguido alargarlos más. Tampoco ha sido brillante el ya habitual número interpretado por la nueva cantera de actores, incluyendo a Manel cantando.
La aparición de Los Chanantes, junto a Javier Botet, dando el supuesto premio a la película no rodada ha sido lo más divertido, aunando crítica a los recortes y humor surrealista muy en su línea cómica. Junto con los clips del presentador integrados en escenas de los filmes nominados y los de los antiguos presentadores de ediciones pasadas como Andreu Buenafuente, Eva Hache o Antonia San Juan.
“La herida” y “La gran familia española” han conseguido dos premios cada una. La primera ha visto reconocido el trabajo de su protagonista femenina, Marian Álvarez y a la dirección novel de Fernando Franco. La cinta de Daniel Sánchez Arévalo que partía como favorita con 11 nominaciones, sólo ha conseguido premios para Roberto Álamo como actor de reparto y para la canción original.
El resto de ganadoras han sido “Stockholm” (Actor revelación, Javier Pereira), “Todas las mujeres” (guión adaptado de Mariano Barroso) y “Caníbal” (fotografía). En la categoría de película animada ha triunfado “Futbolín” de Juan José Campanela y el mejor documental se lo llevó “Las maestras de la República”. “Amor” de Mikael Haneke fue eligida mejor cinta europea y “Azul y no tan rosa”, ópera prima de Miguel Ferrari coproducida con el español Antonio Hens, otorgaba el primer goya a Venezuela para película iberoamericana.
Jaime de Armiñán recibió el premio honorífico de manos del director de la Academia, Enrique González Macho que por supuesto arremetió contra Wert en su discurso.
Unos goya marcados por haber dejado fuera de las nominaciones a autores y actores consagrados como Pedro Almodóvar (única nominación para el vestuario de “Los amantes pasajeros”) o Isabel Coixet, ignorando por completo su atrevida “Ayer no termina nunca” con una gran interpretación de Candela Peña. También ha sido llamativa la ausencia de Carmen Maura entre las nominadas por su papel de bruja en la película de Álex de la Iglesia, así como casi toda la labor artística de la película. De esta manera ha sido una de las ediciones con menos glamour por esta falta de estrellas exceptuando a Javier Bardem, que acompañado de su madre acudió en apoyo de su hermano Carlos nominado como mejor actor de reparto.
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