lunes, 24 de febrero de 2014

La Sirenita de Copenhague

Por Bosco Palacios:

Excusatio non petita, accusatio manifesta. ¿Cómo es posible que todos conozcamos la mecánica de las votaciones y que uno de los candidatos no se entere?, ¿por qué Ruth Lorenzo no paraba de repetir que no se había enterado que era la ganadora tras conocerse la elección?, ¿por qué se hizo la descreída tan repetidamente? ¿por qué cantó como una gran diva su canción por segunda vez y tras hacerlo volvió a decir bien alto (como volviendo a su papel):  "no me lo creo"? La respuesta es clara: Excusatio non petita, accusatio manifesta. Ruth Lorenzo sabía que iba a ir a Eurovisión.

Y TVE también sabía que Ruth Lorenzo iría a Eurovisión. Por eso todo en la gala favoreció para que la favorita fuera a Eurovisión. Las claves de la sospecha:

La Sirenita de Copenhague:

Ruth fue la única cantante que adaptó su vestido al premio. La Sirenita (en danés Den Lille Havfrue, 'La pequeña señora del mar') es una escultura de una sirena de bronce, que se encuentra en la ciudad de Copenhague. ¿Qué pintaba en el plató aquella actriz vestida de sirena?, ¿por qué a Ruth le regalaron el libro de La Sirenita? Hasta Gisela, la sirenta Disney española, estuvo en la gala cantando eurovisivos temas. Todo apuntaba a que la que iba de Sirena sería la triunfadora de la noche. Dancing in the rain, ¿cómo las sirenas?

El mejor corte:

De las 800 veces que repitieron los cortes de las canciones, el de la parte de Ruth fue el de los mejores cortes de los candidatos. ¿Condicionando a la audiencia?

Elección y Votaciones:

De todos los candidatos, Ruth era la única que había sonado desde el principio incluso para la elección a dedo. Finalmente se celebró una gala en la que la favorita ganó.
Además, es la primera vez en la historia de una pre española en la que los votos de todos los miembros del jurado coinciden en idéntico orden. ¿Sabían ya que ganaría Lorenzo gracias a la decisión decisiva de la audiencia?

Muchas preguntas por resolver para una gala en la que la ganadora se hizo demasiado la sorprendida. Tanto que llegó a resultar increíble su ingenuidad hasta el último plano de la noche. Por tanto, Ruth Lorenzo tenía que saber que ella iría a Eurovisión e interpretó hasta la saciedad su descrédito y sino, cual la Infanta, es que se hizo absolutamente la tonta.

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