miércoles, 4 de enero de 2012

Gente



Por Bosco Palacios:

A veces la tele a uno le sorprende, por lo que dice o por dónde nos quiere conducir minuto a minuto. Dejando al margen Telediarios, y programas de Crónica Social, centrémonos en las campanadas de este fin de año en Telecinco. Y separemos las manillas del reloj como se debe: por un lado, datos de audiencia; por el otro, la opinión.

Me refiero ¿qué opinó la gente, la mucha gente, que vio en directo a La Pantoja, Paquirrín y a J.J? ¿Se rieron, se sorprendieron, se lo tomaron a chufla? En ese directo se vio cómo La PANTO saludaba a la plaza en plan diva (más que “Bárbara Estrecha”) y cómo su secuaz le interpelaba: “Mira cómo te quieren, toda España, todo Madrid, te saluda, te adoran, Isabel!!!”

Para la magnitud de “people concentrada”, lo mismo daba que fuera La Panto la que estaba ahí, que Maria José Galera o Carmen de Mairena. La gente, medio borracha en La Puerta del Sol, vitoreaba a cualquiera. Y si los que en ese momento de euforia en las gradas hubieran reconocido a La Panto como la que estaba allí arriba saludando, no lo habrían gritado con devoción, sino por y para reírse de ella. Y mucho de eso, había.

Una cosa son los datos y otra la opinión que la gente tiene sobre los programas que ve. Y está es muy distinta, totalmente contraria.

Telecinco consigue cifras y trata de llevárselo todo a su terreno de banalidades. Por ejemplo, quienes se comieron las uvas con ellos no fueron más que los blasfemos del año nuevo, ese público salvamizado, a los que les daba igual comerse las uvas con respeto. Prefirieron mofarse con la tele y con su frivolidad. A veces también con efectos catárticos o con forma de espejo.

La cadena potencia la frivolidad hasta el extremo y el espectador se siente cómplice tan solo de esta miserabilidad, que no fan de sus protagonistas.

De ahí, por ejemplo, la nueva hazaña creativa: ¡El Gran Debate! No me hace falta ver “su estreno” para entender que serán los mimos colaboradores que los de la Noria, el mismo presentador, el mismo plató y la misma mecánica.

En televisión, no hay ganas de explorar sencillamente porque ya se está ganando explorando lo más bajo. Solo es cuestión ahora de recuperar a los anunciantes que no entendieron “la crónica social” de la misma forma que el resto de la audiencia. Otra gente.

Y aquí lo que dijeron de La Tele de Cristal los de Sálvame nada más comenzar el año:

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