martes, 22 de noviembre de 2011

O compras, o un niño muere


Por Mike Medianoche

Desde hace unas semanas, en varias cadenas de televisión se está anunciando con especial ahínco unos servicios de seguridad privado. El hecho no tendría mayor trascendencia si no fuese por la campaña tan agresiva y malrollera que están llevando a cabo.

Respaldándose en rostros populares como Mario Picazo, en la publicidad se muestra una imagen de una casa con todo desordenado, y una voz en off indica que es la residencia de una familia a la que entraron a robarles. Después se muestra un salón en perfecto orden, con una foto familiar de un matrimonio con niños en el centro, y cuentan que esa otra familia también entraron a robarles, pero que ellos estaban dentro cuando entraron los asaltantes.

Como era de esperar, tras esto se cuenta al espectador cuán importante es tener una casa protegida, dando a entender que si no tienes una alarma en casa y te entran a robar puedes acabar en una caja de pino, tal como le ocurrió a la segunda familia del spot. Eso sí, todo es de manera muy sutil, pero de una sutilidad que te corta el cuerpo entero. Una publicidad muy desagradable que juega con la seguridad de la familia, y que no sé cómo estará funcionando, pero espero que mal. ¿Dónde está en este caso el autocontrol publicitario del que tanto se habla? ¿Es necesario dar a entender que un niño puede morir por no contratar un determinado servicio?


2 comentarios:

Marhya dijo...

Me alegro mucho de esta crítica porque me lleva semanas asqueando el anuncio, me parece cruel y de mal gusto y que puede fomentar (o al menos juega con) los miedos de la gente.

¡Ojú illa! dijo...

a mí tbn me parece un espanto este anuncio. mario picazo se ve que está en horas bajas, pq si no no se entiende...