La australiana Blame es una de las películas que pueden verse estos días en el Festival de Cine Fantástico de Málaga, Fancine, y que se enmarca dentro de los largometrajes a concurso.
Blame sitúa la acción en la casa de campo de un profesor de música. Hasta ella acudirán cinco jóvenes encapuchados que buscan venganza, ya que vienen del entierro de una chica de la pandilla de cuya muerte culpan al profesor. Como suele ocurrir a menudo en este tipo de cine, poco a poco se irán dando cuenta de que quizá el enemigo no es quien se creía, sino que se encuentra entre ellos mismos. Y es que quizá nadie fue para la difunta ni la mejor amiga, ni la mejor hermana, ni la mejor pareja, como todos creían.
Con momentos muy interesantes y otros más flojos (el motivo de la venganza no es nada de otro mundo), se trata de una cinta cuanto menos interesante aunque algo falta de personalidad. Sin duda, de lo mejor de la película es su parte final, ya que aunque a nivel de guion aporte poca novedad, la realización consigue transmitir una tensión y está tan bien resuelta que hace que uno salga de la sala con un buen sabor de boca.
Título original: Blame.
Nacionalidad: Australia, 2010.
Producción: Ryan Hodgson, Melissa Kelly, Michael Robinson.
Dirección: Michael Henry.
Guión: Michael Henry.
Reparto: Damian de Montemas, Sophie Lowe, Kestie Morassi, Simon Stone, Mark Leonard Winter, Ashley Zuckerman.
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