No entiendo la esquizofrenia de contar con una tele manipulada para tu beneficio (TeleEspe) y querer liberarse de ella, pero ayer, en el programa de Pedro Jota, Esperanza Aguirre dijo que privatizaría Telemadrid (aunque “no le dejan”) y todas las televisiones públicas. TODAS.
Estoy de acuerdo con la señora Aguirre, no propone ninguna majadería. En el post titulado Se vende tele pública yo también proponía el final de las televisiones públicas. Y parece que el poder me leyó… para hacer todo lo contrario. En tiempo de crisis se aumenta el presupuesto para las teles autonómicas. ¡Recibirán 1.172 millones de euros, mucho más que en 2009!
Aunque el españolito se las vea y se las desee, aunque el Estado recorte salvajemente casi todo, las autonómicas (las segundas más caras de Europa) no sufrirán recorte en sus presupuestos. Es más: logran un 1,12% más que en 2009. ¿Adivinan quién se lleva la palma en este maná? Sí, Cataluña: 282 millones, un 8 por ciento más que en 2009. Los pobres catalanes pagarán más de 200 euros al año por hogar, algo realmente obsceno en estos tiempos.
¿En qué nos afecta a todo este despilfarro? En euros, las autonómicas nos costarán 186 euros por hogar al año. Y TVE, las teles autonómicas o las locales no se crean para darnos un servicio, como puede ser el gas o el agua, sino para beneficiar al Gobierno, la comunidad autónoma o el ayuntamiento de turno. De eso Aguirre sabe un rato.
A un país ido de madre administrativamente le toca una red de teles públicas ida de madre. Y no hay derecho, y no hay servicio, porque lo que aportan estas televisiones sólo es mediocridad, vulgaridad, aburrimiento, propaganda barata y fútbol. Erre que erre, acabo con lo mío: ¡privatización o cierre, basta de despilfarros!
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