Y Brook se convirtió en Diablo

Brook Buses-Hunt trabajaba en una agencia de publicidad pero se aburría soberanamente, nunca se llevó bien con los trabajos de 9 a 17. Decidida, valiente, Brook se convirtió en Diablo Cody, se apuntó a un concurso de strip-tease y empezó a ejercer. No demasiado agraciada, lo máximo que juntó en una noche fueron 800 dólares, mientras otras se llevaban 3.000 o 4.000. Pero gracias a la experiencia publicó Pussy Ranch, un blog.

En Internet conoció al empresario Mason Novick, mientras el muy cochino navegaba buscando páginas guarras. A Novick le arrebató el estilo de Cody y le consiguió un editor para ‘Candy Girl’, libro sobre sus experiencias como stripper. También la animó a escribir un guión: ‘La joven vida de Juno’. Él lo produciría para Fox con sólo 7 millones de dólares.

Diablo Cody es la demostración de cómo alguien puede cepillarse dos de mis peores prejuicios: mi prejuicio machista (“quién será EL TÍO que ha escrito esta peli”, me preguntaba en la proyección de Juno) y mi prejuicio sobre el conservadurismo de Hollywood (Cody ganó el Oscar por Juno, un film de teenagers que se convierte milagrosamente en una sencilla y humana reflexión sobre la madurez).

Y Cody llegó para quedarse… en la tele. No ha sido un camino de rosas. Tras su paso interpretándose a sí misma por la nueva 90210 Sensación de vivir, el pasado año desarrolló una comedia para Fox que fue rechazada. Tras fracasar estrepitosamente con la infame película El cuerpo de Jennifer, Cody volvió a destacar, apadrinada por Spielberg, con United States of Tara. Ahora Fox ha dado luz verde al piloto de una nueva serie titulada Breadwinners.

A pesar de sus errores y tropiezos, Cody me sigue pareciendo una tía interesante. Espero que no defraude.

Un testivoltio de IVÁN REGUERA para LA TELE DE CRISTAL.