Al Ataque se "estrenó" este domingo por la tarde en Telecinco. En comparación con el cutrerío de telefilms que emitían hasta ahora, hemos salido ganando. Pero tampoco podemos hablar de un programa nuevo, más bien se trata de una mezcla "contemporaneizada" de programas como Genio y Figura, No te rías que es peor y La Parodia Nacional.
Todo en Al Ataque huele a visto, desde los humoristas de siempre (agradecer la presencia de la Ozores, que continúa con gracia la saga) hasta las letras de las canciones parodia (revistas del corazón, marujeo...).
Pero lo que de verdad suena a rancio son los chistes. Entre la traca continua de gracietas con Jaimito, vascos, leperos, y los "mamá, mamá..." sigue habiendo cabida para las burlas al homosexual.
Uno que contaron el domingo sonaba así:
- "Pues yo soy mariquita, mi hermano es mariquita y mi padre es mariquita".
- "Pero, ¿en tu casa a nadie le gustan las mujeres?"
- "Sí, a mi madre".
Escuchar este diálogo en pleno 2010, suena más a guión de cine de película española de los noventa que a chiste del nuevo milenio. Entiendo que a gente como Arévalo y compañía les cueste cambiar su matraca de gangosos y locas, pero la plantilla de Telecinco de hoy está formada casi al 100% por aquellos protagonistas de los chistes del franquismo.
El público ha cambiado, cambien también ustedes, señores profesionales, y renueven su repertorio.
Quizás ahora lo novedoso en torno a estos chistes de orientaciones sexuales sería hacerlo con la clásica familia tradicional, o siendo algo más justos, con aquellos que en su día rieron de lo que hoy ya no ruboriza a nadie. Chistes con homófobos o con racistas sonarían mejor. A ver si tienen la inventiva y el talento suficiente para crearlos. No resultarán tan rancios y renovarán la risa y el ataque.
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