miércoles, 10 de marzo de 2010
La tumba
Imaginen dos funerales celebrándose al mismo tiempo en cementerios contiguos. En el uno, al muerto le asisten sus familiares directos, está celebrado por el obispo de la comunidad, y para animar el cotarro han contratado a Julio Iglesias.
Al otro entierro, por el contrario, sólo asisten algunas vecinas que decían conocer al difunto, está celebrado por un presbítero novato, y como comparsa alegre tan sólo cuenta con una orquesta de tunos que cantan el repertorio de Julio Iglesias. Por si fuera poco atractivo, este entierro tampoco cuenta con muerto propio, sino que se limita a emular que entierran al protagonista que está de cuerpo presente en el otro entierro.
Ahora imaginen que son ustedes los que han de decidir, como difuntos, en qué funeral de los dos les gustaría que se celebrara su último momento. Efectivamente, eso es lo que piensa la mayoría de los difuntos (esa audiencia deseosa de que le den tierra después de comer) que cada tarde han de optar por el Sálvame de Telecinco o por La Jaula.
Los de Antena 3 hablan de Belén Esteban, de Rosa de Benito, del marido de Belén Esteban... pero no lo celebran con ellos. Este martes, en la Jaula prometieron que contarían con el ex novio de la Esteban en plató. Al final apareció Xavier Deltell parodiando al barman.
A los de La Jaula, y después Tal Cual, les falta el enterrador oficial, la comparsa de lujo y el propio muerto. Aun hablando de lo mismo, se les podría ocurrir celebrar a esas horas otro tipo de evento (el bodorrio de Sé lo que hicistéis es un ejemplo de esto), pero siguen obstinados en darle publicidad a la competencia con sus propias armas.
Así, seguirán enterrando programas y programas, sin haber dado vida propia, ni en la forma ni el en el fondo, a ninguno de ellos.
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