miércoles, 3 de junio de 2020

EL LOBO ESTEPARIO (HERMAN HESSE)

AUTODESTRUCTIVO

La base de su pesimismo no era desprecio del mundo, sino desprecio de sí mismo, pues si bien hablaba sin miramientos y con un sentido demoledor de instituciones y de personas, nunca se excluía a sí, siempre era él mismo el primero contra el que dirigía sus flechas, era el mismo el primero a quien odiaba y negaba.


ENFERMEDAD DE LOS SENSIBLES


La enfermedad psíquica de Haller es- hoy lo sé- no la quimera de un solo individuo, sino la enfermedad del siglo mismo, la neurosis de aquella generación a la que Haller pertenece, enfermedad de la cual no son atacadas solo las personas débiles e inferiores, sino precisamente las fuertes, las espirituales, las de más talento.



VERDADERA ESPIRITUALIDAD VS AMBICIÓN


Él había pensado más que otros hombres, poseía en asuntos de espíritu aquella serena objetividad, aquella segura reflexividad y sabiduría que solo tienen las personas verdaderamente espirituales a las que le falta toda ambición y nunca desean brillar, ni convencer a los demás, ni siquiera tener razón.


NIHILISMO


El lobo estepario me echó una mirada instantánea. La mirada era mucho más triste que irónica, era insoldable y amargamente triste, su contenido era una desesperanza callada, en cierto modo irremediable y definitiva, y en cierto modo convertida también en forma y habito. La mirada penetrante del lobo estepario atravesaba todo el mundo de nuestro tiempo, toda la fiebre de actividad y afán de arribismo, la vanidad entera y todo el juego superficial de un espiritualismo fementido y sin fondo. La mirada profundizaba aún más, llegaba hasta el corazón de toda humanidad, expresaba elocuentemente en un solo segundo la duda entera de un pensador, de un sabio quizá en la dignidad y en el sentido general de la vida humana. Aquella mirada decía: ¡Mira, esos monos somos nosotros!, ¡Mira así es el hombre!


PENSAR=NADAR=AHOGARSE


"La mayor parte de los hombres no quieren nadar antes de saber". ¿No es esto espiritual? ¡No quieren nadar naturalmente! Han nacido para la tierra, no para el agua. Y, naturalmente, no quieren pensar; como que han sido creados para la vida, ¡no para pensar! Claro, y el que piensa, el que hace pensar lo principal, ése podrá acaso llegar muy lejos en esto pero; ese precisamente ha confundido la tierra con el agua, y un día u otro se ahogará.




ENTRE 2 ÉPOCAS = PERDIDOS. NIETZSCHE


Un hombre de la antigüedad que hubiese tenido que vivir en la Edad Media se hubiese axfisiado tristemente, lo mismo que un salvaje tendría que axfisiarse en medio de nuestra civilización. Hay momentos en los que toda una civilización se encuentra axfisiada entre dos épocas, entre dos estilos de vida, de tal suerte que tiene que perder toda naturalidad toda norma, toda seguridad e inocencia. Es claro que no todos perciben esto con la misma intensidad. Una naturaleza como Nietzsche hubo de sufrir la miseria actual por anticipado, con más de una generación de adelanto.


LA AUTOSATISFACCIÓN BURGUESA


Yo no soporto con facilidad precisamente esa semisatisfacción, que al poco tiempo me resulta intolerablemente odiosa y repugnante, y tengo que refugiarme desesperado en otras temperaturas a ser posible por la senda de los placeres y también por necesidad por el camino de los dolores.


OBEDECER

Obedecer es como beber y comer, el que se pasa mucho tiempo prescindiendo de ello, a ése ya no le importa nada.

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