Odio, miedo, celos, triunfo, deseos y violencia. ¿Les suena?
Son los ingredientes que día a día nos ofrecen programaciones como la de Telecinco: Mujeres, Hombres y Viceversa, Sálvame, El programa de los EX, Sálvame Deluxe, realities de convivencia, realities de talento...
Y todos los programas transversales que se nutren de ellos. Para ello la cadena tiene en nómina a grandes rostros de la comunicación que lo mismo te presentan un informativo especial que un debate con lo peor de lo peor de la casa de Gran Hermano.
Vendidos por mucha pasta, pero vendidos. Al final, para la gente que ha desconectado de este tipo de televisión basura (los que nunca se engancharon o los que consiguieron dejarla a fuerza de aburrimiento supino) la pantalla se le queda corta, le falta trasmitir otros valores que también son necesarios para el ser humano.
El cine, el teatro, la lectura y otros medios los pueden dar, pero es dificil encontrarlos por televisión entre pausa y pausa publicitaria donde se conecta con lo sexual, lo infantil, y las pasiones más bajas. Y así también lo explica uno de nuestros electropensadores favoritos, Jerry Mander:
"La televisión es un medio aburrido que para distraer tiene que estar cambiando de planos constantemente. Ninguno puede permanecer en pantalla más de unos segundos porque la atención del telespectador se distrae inmediatamente. Es dificil así comunicar AMOR, TERNURA, AMISTAD, PREOCUPACIÓN POR EL PRÓJIMO o BONDAD. Resulta infinitamente más sencillo expresar lo contrario, que exige menos sutileza. El medio está, con mucho, mejor adaptado tecnológicamente para expresar odio, miedo, celos, triunfo, deseos, violencia". ¿Les suena?
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