La semana pasada la familia Alarcón reabrió las
puertas de su misterioso Gran Hotel con una segunda temporada que no ha logrado
triunfar como lo hicieran en el curso pasado. El fenómeno La Voz comienza a dar
miedo, en una época donde tenemos una gran variedad de canales y las audiencias
tendían a la fragmentación, está consiguiendo audiencia casi de los años del NO-DO.
Reconozco que el talent show de Telecinco engancha,
es fácil de consumir, te permite cenar, tuitear y tirar la basura sin importar demasiado
si nos perdemos un ‘Olé’ de David Bisbal. Mientras que la ficción de Bambú
Producciones ofrece un producto de gran calidad, del que debemos apreciar los detalles y no permite compaginarlo con otras actividades, si se quiere disfrutar
realmente de la serie. Tal vez por este motivo, cada vez son más los que consumen
la ficción a la carta a través de Internet.
Tras el fracaso de Imperium, Antena 3 ha decidido mover ficha y cambiará su Gran Hotel a los jueves. Esperemos que la audiencia
sepa apreciar una de las mejores producciones de este país, que ofrece un
producto de gran calidad, extraordinarios actores, preciosos exteriores e
interiores que no parecen de cartón piedra, y eso en una serie española es todo
un logro.
Pronto llegarán nuevos alicientes al Gran Hotel,
como nuestra Munster Silvia Marsó o Lydia Bosch. Yo de vosotros no me lo perdería, como tampoco
me pienso faltar al estreno de la 9ª temporada del programa de radio Sospechosos Habituales, donde entrevistaremos a uno de los protagonistas de la
serie.
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