jueves, 29 de marzo de 2012

Ensayando al Misántropo, de Luis D'ors



Por Bosco Palacios:

Ensayando el Misántropo, dirigida por Luis D'ors en el Teatro La Abadía hasta el domingo y protagonizada, entre otros, por Teresa Hurtado de Ory.

“La vida imita al teatro”

“Tengo un defecto: soy más sincero de lo necesario”.

“El que ama necesita advertencias”

“Aquí hacemos toda la verdad disfrazada de mentira. Nada real y todo verdadero”.

Estas y otras certeras frases salen por la boca de esos ocho personajes en una función en la que el público ES un personaje más. Ambiente muy teatral y muy veraz: La representante, una actriz invitada, el productor, alguno de otra compañía… y el espectador.

El espectador que, según avanza el montaje, pasa de sentirse invitado a cómplice. Cómplice de la miserabilidad de tanta fachada, falsedad, inquina e ira retenida. ¿Amor? Animadversión hacia unos dimes y diretes que, aunque teatrales, tocan en lo más profundo del ser humano.

Una obra de actores y de actores. Actores venidos a más por sus propias infúlas: pueriles, miserables, arrogantes y estúpidos, pero tan humanos y sensibles como el que los ve. Acaban casi rotos pero, aun descompuestos, se vuelven a crecer para el espectáculo final. El más lamentable, el más típico, al que nos condena esta vida. Y como broche de oro, en las sombras, un payaso descreído que vigila y observa la borrachera de risas y almas hueras.

D'ors consigue, en su tónica habitual, que nos planteemos cuál es nuestro hueco en una sociedad tan loca como distante, a través de esa orgía sin fin de personajes que no paran de hacer cosas. ¿Predestinados al vacío? A decirse y a desdecirse. A negarse, a autoafirmarse, a imposibilitar conocerse.

¿Y si todos nos dijéramos la verdad? ¿Acaso no sería esto un caos? ¿Quién es el que más sufre con ella y como evitarlo? ¿Qué narices (de payaso) quiere el autor que nos planteemos en sus propuestas que siempre nos deja tan desolados como dispuestos a llenarnos? El espectador sale con dudas de esa hora y media en La Abadía, y más abierto y sensible que nunca ante lo que está por llegar. Si esto no es filosofía en escena que venga su abuelo y lo vea.

La electrorecomendamos a todos los lectores de la Cuarta Parte de www.electroduende.com. Y, además, si eres teatrero no te la puedes perder. Para ti, amigo títere, hay más dosis de crítica y realismo.¡Que empieze la defunción!

TODOS A LA ABADÍA Y SIGUE LA CUARTA PARTE EN ELECTRODUENDE.COM

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