Por Bosco Palacios:
Nueva polémica en Antena 3 por una entrevista que de haber sido otro el que la intentara hacer (lease J.J Vázquez) habría terminado con varios "hijosdeputa" de por medio.
Susanna Griso estuvo correcta, comedida y soberbia, pero soberbia de digna, no de arrogante. Con un estilo poco usual en los programas de mañana, Espejo Público se impone al resto por su buen gusto, y por la profesionalidad con que dirigen los temas. Aunque a veces les pase factura.
La entrevista a Ruiz Mateos, con hijo al lado que le paraba los pies, pareció un calentón de concursante de reality. El empresario, pillado por todos los costados, tenía tan pocas verdades que decir que solo se excusaba en frases del tipo “esto es telebasura, ustedes mienten”…
Recordaba a los vídeos que les ponen a los grandes hermanos a la salida de la casa cuando, ante la evidencia, solo aciertan a argumentar eso de “Mienten editando los vídeos. Yo no he sido".
Y ya el colmo del mal gusto vino con la arrogancia final de la familia Mateos. Parecían Aida Nizar y su madre con su discurso superego “somos las mejores personas del mundo y todos los demás son el diablo”. Los Mateos, como Los Nizars, espijos públicos que la lian a su gusto. Y, por su puesto, con su típico final apoteósico: amenaza con demandar al programa.
Son personajes que quieren micrófono y que lo aprovechan, pero para hablar sobre ellos no sobre lo que se les pregunta.
Lo único de su actitud es que se les descrubre rápido el tipo de personas que son: Gente que en la vida real es mala con los demás y que, sin poderlo evitar, en la tele acaban siendo peores. Grandes cristianos que saben hablar con Dios, pero con las personas no.
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