Ha pasado más de un año y una concursante de teletimo todavía sigue sin ver su premio. Así funcionan los programas de llamadas y también los espacios de cajas que se pueden encontrar en cualquier programa de entretenimiento de la tele. En este caso es Sálvame el responsable, un espacio al que no se le puede tachar de honesto ni riguroso en nada de lo que hace.
El problema surge cuando uno trata de capturar su premio y no da con la empresa que se lo tiene que pagar. Según la afectada, han sido varias las llamadas que se han hecho al programa que presenta Jorge Javier y no ha habido contestación que le haya calmado. Ni eso, ni solución a su problema. Tan sólo engaños torticeros por parte de redactores, acostumbrados a mentir y confundir con cada uno de sus cebos.
Lo mismo que ha sucedido en tantos casos de teletimo, donde ganadores y no ganadores se han intentado poner en contacto con la empresa emisora para reclamarle. Lo pasmoso es que la gente siga llamando creyendo que tras decir su nombre y apellidos serán recompensadas. No hay millones de euros esperando a ser rescatados, hay un cebo para que los más inocentes gasten en mensajes y minutaje.
Nunca verán un notario, jamás entrevistarán a ninguno de los ganadores. Sencillamente porque detrás de cada estúpido juego no hay nada. Y si ven alegría por parte de alguno de los afortunados no duden en pensar que se trata de un falso redactor que llama desde la cabina de realización. Teletimo, ¡denuncien!
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El problema surge cuando uno trata de capturar su premio y no da con la empresa que se lo tiene que pagar. Según la afectada, han sido varias las llamadas que se han hecho al programa que presenta Jorge Javier y no ha habido contestación que le haya calmado. Ni eso, ni solución a su problema. Tan sólo engaños torticeros por parte de redactores, acostumbrados a mentir y confundir con cada uno de sus cebos.
Lo mismo que ha sucedido en tantos casos de teletimo, donde ganadores y no ganadores se han intentado poner en contacto con la empresa emisora para reclamarle. Lo pasmoso es que la gente siga llamando creyendo que tras decir su nombre y apellidos serán recompensadas. No hay millones de euros esperando a ser rescatados, hay un cebo para que los más inocentes gasten en mensajes y minutaje.
Nunca verán un notario, jamás entrevistarán a ninguno de los ganadores. Sencillamente porque detrás de cada estúpido juego no hay nada. Y si ven alegría por parte de alguno de los afortunados no duden en pensar que se trata de un falso redactor que llama desde la cabina de realización. Teletimo, ¡denuncien!
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1 comentario:
Nunca verán un notario, jamás entrevistarán a ninguno de los ganadores. Sencillamente porque detrás de cada estúpido juego no hay nada.
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