Brillante. No estamos acostumbrados a toparnos con un prime time que reúna el interés de la última hora con la mejor forma de hacer periodismo, una buena entrevista. Durante estos años, los políticos que querían exponerse al fuero de la audiencia televisiva acudían casi a escondidas a los programas matinales para ser entrevistados por (en orden de más a menos): Pastor, Griso o Quintana. Entrevistas pactadas con antelación por los departamentos de comunicación en las que la actualidad los tocaba de paso.
La revolución de La vuelta al Mundo con Pedro Jota, ya recomendado por esta Tele de Cristal, ha vuelto a poner al periodismo de autor como referente informativo y dentro de los códigos del prime time televisivo: Entretenimiento e información en directo. El director de El Mundo, diferenciándose de sus compañeros de semana, y de los gallos y gatos de la competencia, pospuso el consabido debate nocturno para llenar hora y media con la protagonista del día, la Ministra de Asuntos exteriores Trinidad Jiménez.
El encuentro, nada fácil para Trini en el día en que peor se lo habían hecho pasar en las cámaras, resultó ser una clase magistral de periodismo. El director de El Mundo preguntó, escuchó, y se adelantó con informaciones de primera mano a las aclaraciones políticas que sobre el conflicto Marroquí estaba dando la Ministra. Trini, acorralada, acabó confesando que el Gobierno estaba esperando a la versión oficial que del conflicto les daría Marruecos, ante un sonoro OHHHH del público presente.
Un público, el del plató y el de casa, absolutamente representado por cada una de las intervenciones de Pedro Jota. Un periodista brillante que toreó con el contenido de cada palabra dicha por una Ministra experta en formas diplomáticas. El maestro acabó convirtiendo a su presa en una portavoz vulnerable, irascible y pusilanime ante su alarmante falta de acción en un conflicto que está dando torturas y muertos.
Una entrevista de interés mundial que debería haber emitido la televisión pública, de seguir ejerciendo ésta los tres principios que la hicieron nacer: Entretener, formar e informar. Faltan más Pedro Jotas en las cadenas y menos periodistas sabelotodos que, cuando les dan carta blanca, se conforman con hacer lo que todos hacen a la vez con más o menos gusto: el chascarrillo.
SIGUE LA TELE DE CRISTAL: LA VUELTA AL PERIODISMO
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