Los invitados de la corona

Malos tiempos para los concursantes de reality. Telecinco, la cadena que antiguamente precintaba casas-platós si sus concursantes no convencían al 15% de la audiencia, aguanta ahora el tipo con unas joyas que no llegan ni al 12.

Este jueves llegó Alaska, musa de La Tele de Cristal, al programa de Lomana y nos enseñó cómo había sido su paso por el reality del glamour. Lo grande de Alaska es que es ideal para cualquier ocasión: Lo mismo le da acudir al programa de Losantos que al espacio más pueril de la tele, y ella encantada. Nos ilustró con sus teorías personales sobre el estilo, el glam y la personalidad. Alabó a la cirugía estética y les enseñó a los alumnos quién era Andy Warhol y lo orgulloso que se hubiera sentido de verles por televisión, anónimos y alcanzando la fama.

Se le notó a Alaska con su espíritu joven, pero algo desgastada de tanta boberia. El que de verdad lo pasó como pez en el agua, a tenor del vídeo resumen que nos mostraron, fue el marido de la diva, la nancy rubia Mario Vaquerizo. Plumón y petardeo hacen al morritos de pelo largo, que se esfuerza por mantener un discurso como su compañera, pero que no da mucho de sí. Dí que sí, que reza uno de sus temas.

Ambos intentaron dar sentido a un reality que está agonizando (la próxima semana llega a una final precipitada) y cuyo único atractivo recae en los famosos invitados. Hasta van goteando concursantes de Gran Hermano para levantar el interés de la sosa convivencia.

No me encuentro yo muy Warhol a estas alturas de la TV-Movie y tampoco creo que el artista estuviese disfrutando del tono y nivel que han alcanzado las cosas. Por ello y por ÉL, me apetece creer que el siguiente intento de telerrealidad no resistirá, ¿vale?


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