viernes, 30 de julio de 2010

Mal gusto



La corona de este jueves. No la de los Tudor, sino la de Telecirco. Una mezcla entre Hotel Glam y Supermodelo. Con un equipo docente, más bien indecente, que echa pa´ tras.

Nunca antes en un plató se vio tanta hipocresía edulcorada por metro cuadrado: El apestoso Rodríguez Sieiro (la Doña Rogelia de la Tárrega), el tamagochi del reciclaje neuronal (el jonsy de Supermodelo), el contertulio más anacrónico de G.H EL Debate (Nacho Montes), la sesentona millonaria del Más que baile (la Lomana)...

El viejo reality de la cadena vendido como gran estreno: jóvenes, teleencierro, clases, convivencia... llega envuelto en repelentes dosis de petardeo, modales estúpidos y jerga pijotera. Sorprende que esta escuela de idiotización llame todavía la atención del público.

Todo en las Joyas de la corona está diseñado para hacer cambiar de canal. El mal gusto de idolatrar el lujo en plena crisis, el intento por adoctrinar a la audiencia en valores banales, el pueril encanto de construir la nadería más refinada en mentes hueras, la vulgaridad como bandera, el estandarte de lo ridículo.

Las joyas de la Corona harán el agosto convertidas en el despropósito del verano, la nueva vergüenza del prime time. Y luego, los de siempre, puliendo la inmundicia: ¿Resistiré, vale?, Sálvame, El programa del verano... así hasta septiembre.

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