viernes, 12 de febrero de 2010

De juzgado de guardia




Vaya guardia más tediosa. El nuevo capítulo de Farmacia de guardia fue un insulto a los seguidores de la serie, que vieron el machaque vital de los actores protagonistas: Ni Lourdes ni Adolfo pudieron recitar una frase sin esforzarse porque se les entendiera hasta el final.

El paso del tiempo, demoledor para algunos intérpretes, no hizo mella, sin embargo, en la realización ni en los guiones: La última guardia resultó casposa, ñona hasta la médula y casi de chiste. De guardia, sí, pero de juzgado, no de farmacia.

Tan sólo Álvaro de Luna y Emma Ozores, ambos entrenados por otras ficciones durante estos años, estuvieron a la altura de sus antiguos personajes.

¿Qué nos pasa con nuestras series?, ¿por qué tenemos que recurrir a rescatar del baúl de los recuerdos lo que antaño nos gustaba?

Sobre la ficción nacional, su descarado merchandising, la falta de apuesta por el talento y la copia barata a las series extranjeras, debatimos esta semana en el programa Sospechosos Habituales. Os dejo el vídeo:

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