martes, 2 de junio de 2009
La mujer araña
“En la venganza, como en el amor, la mujer es más bárbara que el hombre”. (Friedrich Nietzsche)
Aun recuerdo el tremendo impacto que me causó, hace meses, un documental del canal Odisea en el que se trataba sin miedo el absoluto atropello al que son sometidos miles de padres por el mero hecho de ser eso: padres. Hombres españoles en los tiempos de la llamada “igualdad”.
Ahora me llega otro impacto similar: un hombre llamado José Antonio estuvo meses en prisión por supuestos maltratos y ha sido ahora exculpado al demostrarse que su mujer mentía.
A José Antonio le hundieron la vida y le robaron su libertad por culpa de una Ley creada para proteger a la mujer maltratada. Su caso no es una rareza: en 2008 los juzgados de Violencia archivaron 2.084 de los casos que estaban investigando.
¿Cuál es el número de hombres víctimas del despotismo femenino, de la violencia psíquica y de las invenciones de la mujer? ¿Por qué es este un tema políticamente incorrecto? ¿Por qué se ha obviado esta incómoda realidad? Recuerdo que en aquel escalofriante documental de Odisea los monstruosos atropellos judiciales daban ganas de llorar.
El hombre tiene las de perder en un divorcio, ante un juez. Y frente a esta realidad legal impepinable, el 80% de las denuncias femeninas que llegan a los juzgados de Violencia son totalmente falsas. No me lo invento: lo ha dicho el juez Francisco Serrano.
Y mientras centenares de hombres son pisoteados sólo por serlo, la ministra de Igualdad despilfarra dinero público (1,4 millones de euros en plena crisis) con un nuevo servicio telefónico para que los hombres sepan lo que es la igualdad de género. La ministra se compromete a integrar al hombre en “organizaciones de hombres igualitarios”. Dice así Aído: “Hoy muchos hombres se encuentran perdidos ante el inicio de la ruptura del sistema patriarcal. Tenemos la obligación de atender a las nuevas formas masculinidad”.
Escalofriante. ¿Debería ser el ministerio de Bibiana el de Igualdad, o más bien el de Ganadería?
Lo cierto es que la televisión ayuda bien poco a la hora de ver al hombre como un igual a la mujer. Los talk shows (Ana Rosa se hizo de oro negro llevando a mujeres maltratadas) buscan el llanto femenino porque su audiencia son casi todas hembras, los debates se han centrado hasta ahora en "proteger a la mujer" y no en "condenar los malos tratos vengan del sexo que vengan".
Aquel documental de Odisea reflejaba la odisea de ellos, los varones maltratados por sus esposas, que debían hacer frente no ya al maltrato sino al hazmereir social.
La alarmante excarcelación de este inocente debería abrir desde el otro lado el debate social e impedir que programas del corte de Gente sigan dando alas, y sin corroborar los testimonios, a estas mujeres arañas que enredan a los medios y envenenan a los jueces.
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