Aunque la cadena no se ha pronunciado oficialmente al respecto, no es muy probable que retire la serie de antena ya que se ha consolidado como una de las apuestas más fuertes en la noche de los lunes.
La ficción de antena 3 es la última en una larga lista de programas que han tenido que luchar contra las críticas y denuncias de distintas asociaciones.
La penúltima polémica se vivió con la ficción Sin tetas no hay paraiso (Telecinco. Miércoles, a las 22.15 h), que fue criticada por el Ayuntamiento de Las Palmas por dar una imagen "perjudicial de la mujer". La cadena no lo tomó muy en serio y respondió a la ofensa de Las Palmas en un irónico comunicado: "nos preguntamos si también se han planteado dejar de sacar a su reina del Carnaval semidesnuda".
Malos humos para el humor
Por su parte, el duo de humoristas Cruz y Raya no esperaba que tras la nochevieja de 2006 se les atragaran las uvas. Con motivo de su especial de Fin de Año, el Defensor del Espectador, Enrique Múgica, estudió la denuncia de una madre que aseguraba que en uno de sus sketch se "habían burlado de los niños adoptados". Finalmente, todo quedó en agua de borrajas.
El Rey Midas de la televisión y de las quejas
En similar asunto se vio envuelto el maestro Chicho Ibáñez Serrador cuando en la última etapa de su emblemático concurso 1,2,3, la Fundación Alpe Acondroplasia pidió la retirada de unos actores enanos (Tati y Quiti) de la parte de la subasta. Los pequeños comunicaron que "en ningún momento se sintieron marginados ni maltratados", y que "si no trabajan en el 1,2,3, se irían al paro". Dicho y hecho. La misma asociación presentó en febrero de 2007 una demanda contra Telecinco y la productora Globomedia por las burlas realizadas sobre el enanismo en un capítulo de la serie Aída.
Tirando a dar a la falda de Gertru
Aunque las minifaldas siguieron provocando escándalo hasta 1995, año en el que Telecinco emitió la teleserie Médico de familia. Tras su estreno, la comedia se vio rodeada de polémica por el personaje de la Gertru, interpretado por la actriz Lola Baldrich. Distintas asociaciones de enfermeras se quejaron de la imagen que daba al gremio la corta minifalda de la ayudante de Nacho Martín (Emilio Aragón). La actriz vio de una semana para otra cómo su falda se agrandaba.
Sin duda, la más rocambolesca de todas las quejas fue la suscitada por la serie Tirando a dar. La UNESPA, patronal de aseguradoras, envió una carta a Vasile, director de Telecinco, quejándose por la imagen que el tratamiento frívolo de la serie daría al sector de los seguros. Lo más surrealista del caso es que aún no se había emitido ni un sólo capítulo de dicha ficción, que meses más tarde sí que sería retirada, pero por razones de audiencia.
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