lunes, 12 de marzo de 2007

Imagen irrefutable, palabras rebatibles

Esta foto fue tomada el 8 de junio de 1972 cuando un avión de Vietnam del Sur bombardeó con napalm la población de Trang Bang. Junto a otras privilegiadas instantáneas, esta brutal fotografía dio la vuelta al mundo y demostró al pueblo norteamericano que aquella guerra no tenía nada que ver con los boinas verdes de John Wayne. Para que prosperase el movimiento pacifista, el trabajo de un fotógrafo o un cámara de televisión era fundamental.

Desgraciadamente, tras Vietnam llegaron las pantallas verdes y la guerra teledirigida de las dos guerras de Irak y las imágenes perdieron su relevancia para cambiar el curso de los acontecimientos. Otra imagen, la del joven frente a un tanque en la Plaza de Tian'anmen no sirvió de mucho.

Pero a un nivel más local y actual, podemos ver aun lo que una cámara de televisión y un editor despierto pueden lograr. Ahí tenemos el caso del “milagro De Juana”. Mientras el ministro del interior nos contaba la milonga de los motivos humanitarios ante un terrorista prácticamente en coma, un reportero grababa al sanguinario saliendo por sus propios medios de la ambulancia que lo había trasladado hasta Euskadi.

El reportero dejó en evidencia la mentira oficial, dejó en ridículo al gobierno ZP y el canal de televisión (yo vi un buen despliegue de Telemadrid entorno a esta exclusiva), se encargó de emitirlo, difundirlo, engrandecerlo y convertirlo en acontecimiento, en realidad social a pie de calle, a pie de barra de bar y, claro, a pie de sede de partido.

El sábado, Rajoy, en su discurso, recordó a De Juana saliendo a pie de la ambulancia. Pero no sólo eso. El carísimo despliegue de medios del poderoso PP también contó en pantalla grande y para toda la Plaza de Colón con las imágenes de Ortega Lara hablando en la magnífica entrevista que Dragó le hizo en su histórico informativo del canal madrileño. La imagen que le hizo perder el gobierno al PP (recordemos las comparecencias ante los medios de los partidos tras el 11-M) es ahora retomada, reciclada para recuperarlo.

Tras Lara y Chaos, en el discurso de Rajoy vino la cesión de Navarra, los vivas a España, los gritos de traidor para ZP y “presidente, presidente” para Don Mariano, pero eso es algo que al reportero que esperaba en las puertas del hospital vasco y a Dragó ya se les escapa, no les pertenece.

Y Estemos con la estrategia del PP, con la del PSOE o con ninguna de las dos, y como bien dice el dicho, una imagen vale más que miles de palabras. Empezando por las que cuentan otra versión que no sea la de De Juana caminando y listo para el caldito.

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