lunes, 9 de octubre de 2006

Sinatra a lo Bustamante




-¿Nombre?
- Frank Sinatra.
- Bienvenido a OT, Frank. ¡Vaya ojos azules que tienes! Te hemos escuchado en la gala y nos parece que tienes un potencial tremendo.
- Gracias.
- Ahora deberás ser constante y nosotros te enseñaremos a que domines todos los estilos que te vamos a enseñar.
- Muchas gracias.
- De nada, ya verás qué bien vas a desenvolverte en el Hip Hop, el country, el rap, el rock y en la bachata.

¿Se imaginan esta conversación? Pues aunque sea una ciencia ficción descabellada, es fiel al proceso de trabajo de ese concurso hortera y chillón que todos conocen, hasta esos que dicen que no lo ven, que son legión.

El domingo por la noche, volví a quedarme de piedra con esta panda de matarifes de la música que mandan en OT. Si algún ignorante incauto que ha entrado en esa cuadra de estrellas, pronto estrelladas, se ha metido para otra cosa además de la consabida (a saber: para “ser famoso”, para que “la gente me quiera”, “para que estén orgullosos de mí”), mal lugar ha elegido. Muy malo.

Escuchar a los “maestros” de la academia de la industria cómo a una mujer con voz de cantante negra de echar para atrás le van a enseñar a cantar a lo Edurne es deprimente además de escandaloso. OT podría ser un buen programa-escuela en el que se puliese a gente con un don (el domingo hubo un par, puede que tres, cada uno en su registro), pero que se puliese desde ese don natural, no haciendo de él o ella una cotorra multiusos, multiestilos, multigéneros, superventas.

Esta poca vergüenza a la hora de transformar a un cantante nato en un engendro sólo valioso para tomarse el café en el programa de Ana Rosa, en un payaso mediático, da una clara idea de lo que es OT: un programa zombie, sin pasión, sin vida, sin verdad. ¡UN ÉXITO SEGURO!

Y así lo repiten en todas las escuelas de artes escénicas en el mundo de hoy: "Te vamos a enseñar en estos cuatro años a que manejes todos los palos. Te vamos a hacer cómico, dramático, acróbata y a preparar psicológicamente para contestar a la prensa del corazón...".

Mediocres son los profesores que quieren, y ese es su único objetivo, fabricar clones. Alejandro Abad, Patricia Kraus, Nina... reciclados de Eurovisión que pretenden moldear el talento de unos pocos, los que sí lo tienen, para convertirlos én números de ventas.

¿Saben que es lo primero que le dijo el director de la Academia Kike Santander a su triunfito Bisbal?: "Espero que con este disco te abras nuevos mercados".

¿Qué le dirían a Frank Sinatra tras convertirlo en Bustamante?

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